Expertos indican que toda enfermedad debe ser tratada por un médico, sobre todo cuando la voz ronca se prolonga por más de un mes.
EL UNIVERSAL-AEE
En invierno hay que prevenir enfermedades de la voz, como son la disfonía y la afonía.
Un consejo médico muy efectivo es mantenerse lejos del humo del cigarro y del alcohol, además de lo clásico que es evitar el consumo de bebidas muy calientes o muy frías, y claro está no exponerse a cambios bruscos de temperatura.
Y es que en estos días de frío, de acuerdo con datos del IMSS aumentan los males respiratorios un 10%. Y, agregan los expertos médicos, 80% de los pacientes afectados de nariz o garganta sufren disfonías, como se llama la voz ronca, o pérdida parcial de la voz por alteración del funcionamiento normal de las cuerdas vocales, lo cual se debe principalmente a la inflamación de la laringe (laringitis) y la presencia de pólipos o nódulos, otras afonías o pérdida total de la voz, se deben a causas sicológicas.
Quienes tienen más riesgo de sufrir estos males son los maestros, cantantes, actores, locutores, políticos, vendedores, así como las personas que la usan de manera frecuente o la fuerzan, ya que causan un "choque" entre las cuerdas vocales, lo que ocasiona la formación de nódulos o pólipos e inflamación de
la laringe.
La doctora Raquel Gómez Jiménez, jefa del Servicio de Comunicación Humana de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Región Sur del IMSS, explica que por lo general los padecimientos de vías respiratorias provocan algún grado de pérdida de la voz.
Indica que toda enfermedad debe ser tratada por un médico, sobre todo cuando la voz ronca se prolonga por más de un mes, ya que un especialista debe descartar la presencia de un mal de la voz. Es común que las personas pidan atención médica después de seis meses e incluso un año.
Hay que tener cuidado, pues -advierte- en personas mayores de 50 años podría ser un síntoma de cáncer de laringe, sobre todo si es ronquera permanente, por lo que deben acudir al médico para un diagnóstico correcto.
La especialista del IMSS dice que los médicos toman en cuenta la historia clínica del paciente en la que se incluyen antecedentes familiares, factores de riesgo, como, por ejemplo, si fuma, toma o abusa de su voz, así como el tipo de trabajo o
profesión que desempeña, e incluso si padece gastritis con reflujo, que es otra causa, y a partir de esta información establecer el tratamiento.
La rehabilitación se hace con base en terapias de voz, sesiones de movimientos respiratorios, de tal manera que se le enseña al paciente a reeducar su respiración a través de inhalaciones y exhalaciones, así como hacer ejercicios de relajación, principalmente, del cuello. También se dan medidas de higiene foniátrica: evitar consumir líquidos muy calientes o muy fríos, irritantes como el picante y el café, además de evitar gritar o hablar en tono alto.
