EL MICROORGANISMO SE TRANSMITE TAMBIÉN POR LA VÍA ORAL-FECAL, POR LO QUE RECOMIENDAN LAVARSE MUY BIEN LAS MANOS ANTES DE PREPARAR ALIMENTOS Y DESPUÉS DE IR AL BAÑO.
Para el diagnóstico de la fiebre tifoidea causada por la salmonella typhi son necesarios estudios de laboratorio.
EL UNIVERSAL-AEE
Es cierto que casi todo mundo mete los alimentos al refrigerador y cree que con esto se evita que se conviertan en enemigos de la salud familiar, pero hay casos en que no es así.
Es un hecho que en el frío puede crearse un foco de infección de fiebre tifoidea, cuyo microorganismo causante, salmonella typhi, es capaz de resistir temperaturas casi de congelación.
Y se esconde en alimentos como helados, huevo, mariscos, frutas y verduras conservados en este medio, afirman expertos del IMSS, que lanzan un llamado de alerta para que quienes hacen las compras laven con agua y jabón las frutas y verduras, y después las desinfecten en un recipiente con dos mililitros de cloro por
litro de agua o yodo.
Asimismo recomiendan a todo mundo no comer en lugares donde la mayoría de los productos sean refrigerados por largos periodos y evitar consumir crudos el huevo, que suele hacerse en los ponches llamados pollas, y los mariscos.
El doctor Bulmaro Manjarrez Téllez llama la atención sobre que la emergencia no termina con la primavera, sino que en verano, cuando todavía es época de calor, la amenaza es más grave.
Menciona que es cierto que cuando más se refrigeran alimentos se amplía el tiempo de conservación, pero "al ser éste el medio ideal para que la bacteria salmonella typhi se mantenga latente, es necesario aplicar medidas higiénicas antes de guardarlos y fijarse bien en las fechas de caducidad".
Vía de infección
La transmisión de este microorganismo, además de los alimentos contaminados, se da por la vía oral-fecal, por lo que recomienda lavarse muy bien las manos antes de preparar alimentos y después de ir al baño; asimismo, no comer en la vía pública y consumir agua potable.
El especialista del IMSS señala que la mayoría de las personas tiene antecedentes de haber estado en contacto con esta bacteria, pero no todas son víctimas de la enfermedad, ya que las defensas de algunas la eliminaron.
El mayor riesgo de enfermar se produce en un sistema inmunológico bajo y se ingiere una cantidad importante de salmonella o si se tienen hábitos higiénicos muy deficientes.
Manjares Téllez explica que esta enfermedad de la fiebre tifoidea, se caracteriza principalmente por temperaturas de hasta 40 grados centígrados, así como dolor de garganta y de articulaciones o coyunturas, aumento de tamaño de glándulas o
ganglios, y salpullido. Hay casos que no presentan síntomas.
Existen, dice, ciertas especies de salmonella que causan diarrea, pero la gran diferencia de la typhi es que al contrario, ésta puede producir estreñimiento. También favorece problemas de hepatitis (inflamación del hígado) o cuadros de
ictericia (coloración amarillenta de la piel), porque se ha identificado que a nivel de vesícula biliar se mantiene un reservorio de esta bacteria.
La enfermedad se presenta en tres fases: incubación, que puede durar hasta 14 días (etapa en la que se está contagiando a otros sin saber); periodo agudo, cuando se tienen las manifestaciones y, por último, después de la tercera o cuarta semana empieza a disminuir la fiebre, momento en el que son portadores asintomáticos.
Para el diagnóstico son necesarios estudios de laboratorio.
Primero, mediante hemocultivo (una muestra de sangre extraída por punción en vena); en la segunda semana a través de mielocultivo (médula ósea) y, en la cuarta semana, coprocultivo (heces). Para asegurarse que la bacteria se eliminó del organismo se recomiendan un control posterior a los seis, nueve y 12 meses, puntualiza el especialista del Seguro Social.
