La PGR informó que debido a indicios, la línea de investigación apunta a que ex militares de Guatemala, están detrás de la decapitación de dos policías en Acapulco.
MÉXICO, D.F., (EL UNIVERSAL).- La Procuraduría General de la República (PGR) cuenta con indicios de que los presuntos responsables de decapitar a dos policías en Acapulco, Guerrero, son ex kaibiles que trabajan para el cártel del Golfo.
Como parte de la investigación que realiza la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), autoridades de la dependencia revelaron que ante las técnicas empleadas en la ejecución, así como por el arma
utilizada, la línea de investigación apunta a que ex militares de elite del Ejército de Guatemala, están detrás de estos crímenes.
El pasado 20 de abril, en Acapulco, Guerrero, las cabezas de dos agentes fueron expuestas a las afueras de una dependencia estatal: las víctimas, fueron identificadas como Mario Núñez Maganda, quien fuera comandante del Grupo de Reacción Inmediata Relámpago, y el policía Erik Juárez Martínez.
La rúbrica de los narcotraficantes en esta doble ejecución fue una cartulina roja que los asesinos dejaron junto a los cuerpos, con la frase en tinta negra: "Para que aprendan a respetar".
Ante estos asesinatos, una de las primeras líneas de investigación sobre las que trabajó la PGR, apuntaba a la posible autoría de integrantes del cártel de Sinaloa, ya que las víctimas participaron el 27 de enero pasado en una balacera en la zona de "La Garita", en un incidente en el que perdió la vida Carlos Esteban Landeros Sánchez, identificado como presunto lugarteniente de los hermanos Beltrán Leyva, los operadores de la organización criminal.
Sin embargo, autoridades de la dependencia federal revelaron que ante las evidencias, los autores de la ejecución se perfilan como ex kaibiles, militares guatemaltecos que se caracterizaron por sus acciones sanguinarias.
"El cuchillo que se empleó para mutilar a las víctimas, es la misma arma que es empleada por los kaibiles", detallaron las autoridades consultadas, además de que en la época (década de los 80), en la que estos ex militares combatieron a los grupos armados de su país, uno de los aspectos que los caracterizó fue la decapitación.
De hecho, indicaron, la daga kaibil, un arma con una empuñadura de cinco muescas, es tan representativa de estos ex militares, que incluso aparece en el centro del escudo de este cuerpo de elite, que es un símbolo de su honor y de que todos sus sentidos siempre están alertas.
Ante las evidencias, estas ejecuciones al parecer fueron perpetradas por órdenes de los líderes del cártel del Golfo, como parte de las acciones violentas que han emprendido al disputarse el control de la plaza de Acapulco, para el tráfico de droga, y que han incluido la ejecución o atentados contra elementos policiacos municipales y estatales.
