Servirá como materia prima para producción de papeles y adhesivos y no para el consumo humano.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, D.F.- En el año 2007 se plantará el primer cultivo de papas Amflora, que fueron genéticamente modificadas para servir como materia prima para la producción de papeles y adhesivos y no para el consumo humano, pues a diferencia de estas últimas, sólo contienen amilopectina (un sacárido) y carecen de amilosa (un polisacárido).
?Se trata de la primera papa de su tipo. Hemos venido probándola por más de diez años y actualmente nos mostramos optimistas acerca de los resultados que obtendremos?, dijo Thorston Storck, gerente del proyecto, que fue desarrollado en la planta de ciencias de la empresa BASF.
Por su parte, Claire Oxborrow, del grupo Amigos de la Tierra, expresó su preocupación acerca de la posibilidad de que las papas Amflora pudieran salirse de control y llegaran a las mesas de las personas.
Ello obedece al hecho de que BASF presentó simultáneamente solicitudes para esta variedad de vocación industrial y otra más para ser consumida como alimento.
La seguridad, dijo, ?debería ser una preocupación en este caso, pues estudios efectuados con ratas a las cuales se les dio la papa transgénica como alimento, mostraron diferencias estadísticas significativas en el conteo de glóbulos blancos y el peso del bazo, en comparación con los roedores que fueron alimentados con papas no alteradas genéticamente.
Estas diferencias deberán ser acuciosamente investigadas para asegurarnos de que no tendrán impacto en las personas?, concluyó.
Actualmente existen cultivos transgénicos de maíz con fines industriales en Estados Unidos, Alemania, Francia, España, Portugal, República Checa, así como de soya en Rumania. (Sociedad de Química Industrial)
Desarrollo del buen gusto
Sarah E. Millar y Fei Liu, de la Universidad Estatal de Pensilvania (UEP) descubrieron que una proteína denominada Wnt es la responsable del desarrollo del sentido del gusto, pues se encarga de asociar los sabores con el cerebro a través de señales químicas. El bloqueo de la acción de la proteína evita la formación de papilas gustativas, mientras que su estimulación ocasiona un número excesivo de estos receptores, así como un mayor tamaño en los mismos. (UEP)