Celebran en Cuba los 80 años del mandatario con incertidumbre sobre su reaparición.
EFE
LA HABANA, CUBA.- El presidente cubano, Fidel Castro, cumple hoy su cuarto mes alejado del poder en medio de celebraciones en la isla por su 80 aniversario y la incertidumbre sobre su reaparición pública.
Pese a la difusión y relevancia dada por los medios locales, los homenajes al mandatario cubano que estos días tienen como escenario La Habana se resignan a la imposibilidad de restar protagonismo a la incógnita de si Castro va a salir de nuevo a la escena pública o no.
El comandante en jefe, que no aparece en un acto público desde el pasado 26 de julio, sigue convaleciente desde que, cinco días después, anunciara la delegación provisional de sus cargos en su hermano Raúl y seis hombres de su confianza, tras ser sometido a una cirugía por una enfermedad que se mantiene como ?secreto de Estado?.
Desde entonces, sólo por medio de breves vídeos difundidos por la televisión estatal y de fotografías publicadas por la prensa, los cubanos han podido ver el rostro, demacrado y delgado, del hombre que ha dirigido el país durante casi medio siglo.
El mensaje enviado por Castro a los invitados a la gala de bienvenida a las celebraciones de su cumpleaños tampoco ha despejado dudas, aunque deja entrever la ansiedad del jefe de Estado por acudir a los actos previstos.
?Yo no estaba todavía en condiciones, según los médicos, de afrontar tan colosal encuentro?, indicó el gobernante cubano, al excusarse por su ausencia.
En estos cuatro meses, los cubanos han pasado de los discursos interminables del comandante en jefe al silencio que caracteriza el estilo de Raúl Castro, al que los medios locales se refieren como primer vicepresidente, ministro de las Fuerzas Armadas o segundo secretario del Partido Comunista, pero no como presidente en funciones.
El hombre que dirige hoy el país ha sido citado estos días por la prensa local con referencias a su participación en el desembarco del yate Granma en el este de Cuba, cuyo cincuentenario se celebra mañana sábado, pero sus últimas declaraciones hay que buscarlas en los primeros días de octubre, cuando sostuvo que su hermano no se estaba muriendo.
A mediados de septiembre, la celebración de la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, en La Habana, desató durante semanas especulaciones y conjeturas sobre la asistencia de Fidel Castro que sólo desaparecieron en el mismo momento en que concluyó la reunión del foro.
Raúl Castro asumió el papel de anfitrión y los cubanos tuvieron que conformarse con los extractos emitidos por la televisión de los encuentros del jefe de Estado con unos pocos ?ilustres visitantes? que lograron entrevistarse personalmente con él.
De la mano de las especulaciones sobre el, hasta ahora, pospuesto retorno han llegado los rumores sobre el estado de salud de Castro, de sus posibles enfermedades y hasta de su supuesta muerte.
Del último, hace un mes, se encargó el propio Castro con una aparición en televisión en la que tildó de ?boberías? esas versiones.
Ahora todas las miradas están puestas en un desfile militar para mañana sábado, por primera vez en diez años, por la céntrica Plaza de la Revolución y que se presenta como la fecha propicia por el simbolismo de la conmemoración, ese mismo día, de los aniversarios del desembarco del Granma y de las Fuerzas Armadas.
La fecha fue impuesta por Castro, que, al día siguiente de informar del abandono del poder por primera vez en las últimas cinco décadas, pidió que se pospusieran al dos de diciembre las celebraciones de su 80 cumpleaños, que tuvo lugar el 13 de agosto.