Lanzan dirigentes estudiantiles ultimátum a la presidenta; amenazan con un "paro social" si no hay respuesta a sus demandas.
SANTIAGO DE CHILE (AP).-Dirigentes estudiantiles que el martes paralizaron las clases en todo el país, amenazaron al Gobierno con un "paro social" el próximo lunes si el Gobierno no responde a todas sus demandas en las próximas 48 horas.
Los voceros dieron a conocer su ultimátum luego de una prolongada reunión de los dirigentes del movimiento estudiantil, que cuenta con simpatías de diversos sectores, y poco antes de reanudar las negociaciones con el ministro de Educación, Martín Zilic.
Dijeron que están "en condiciones" de convocar a profesores, universitarios e incluso a trabajadores.
La presidenta Michelle Bachelet, que aludió al conflicto durante un encuentro con la prensa en el Palacio de Gobierno, rechazó la represión policial de la víspera y concordó con los jóvenes en que la educación chilena necesita cambios.
La mandataria, que se había mantenido distante del conflicto planteado por cientos de miles de estudiantes secundarios de colegios fiscales, manifestó su esperanza de que el conflicto se solucione en las negociaciones reanudadas el martes y dijo que las demandas de los jóvenes son "plenamente legítimas y justificadas".
Los jóvenes demandan la gratuidad en el pase para el transporte escolar y para una prueba de selección universitaria, así como reformas en la jornada escolar y en una ley que rige la enseñanza, promulgada la víspera que el ex dictador Augusto Pinochet entregara el poder en 1990. Los gobiernos democráticos han procurado modificarla, pero hasta ahora han carecido del quórum exigido para los cambios.
La movilización juvenil, que ha suscitado la simpatía y apoyo de diversos sectores, incluso del oficialismo, ha provocado el mayor desafío al gobierno de la mandataria en sus 80 días de gestión.
Bachelet convocó a una rueda de prensa junto al presidente del Colegio de Periodistas, Alejandro Guillier, para repudiar la represión policial durante desmanes con motivo de la protesta nacional el martes en la que 800 mil jóvenes paralizaron. La policía antimotines detuvo a más de 700 manifestantes y golpeó jóvenes y periodistas, cinco de los cuales quedaron lesionados.
La presidenta dijo que citó al presidente de la organización gremial de periodistas para expresarle "nuestra indignación por los hechos acaecidos, tanto con los periodistas y camarógrafos como con estudiantes que han sufrido de un exceso, un abuso, una violencia repudiable e injustificada".
Bachelet se reunió previamente con el director de la policía uniformada de Carabineros, general José Bernales, tras lo cual se anunció la remoción del coronel jefe de la policía antimotines, y advirtió que la acción policial debe realizarse "en el marco del respeto al estado de derecho, del respeto a las libertades".
Indicó que instruyó a la policía para evitar la repetición de los excesos cometidos.
"No aceptaremos hechos repudiables como han sido vistos por todos los chilenos ayer", advirtió la Presidenta, quien había sido criticada por no pronunciarse estos días sobre el conflicto estudiantil. Explicó que se ha mantenido atenta y que no ha subestimado el conflicto.
La mandataria coincidió en la necesidad de efectuar cambios en la educación chilena, que indicadores muestran presenta severas deficiencias, y que dijo se propone realizar cambios para hacerla más eficiente durante su gobierno de cuatro años.
Zilic reanudaba las negociaciones con los jóvenes el miércoles en la tarde, pero la reunión de la dirigencia estudiantil demoró la cita.