Costos|Todavía hay un pago pendiente a la constructora Acolsa
EL SIGLO DE TORREÓN
La obra presupuestada inicialmente en 140 millones se elevó a 200 millones de pesos.
TORREÓN, COAH.- El Distribuidor Vial Revolución (DVR) fue una de las obras realizadas en la anterior Administración estatal que se encarecieron en perjuicio de las finanzas públicas. Las cuatro reparaciones que ha tenido hasta ahora, elevaron su costo inicial de 140 millones de pesos a 200 millones, asegura el secretario de Obras Públicas y Transportes del Estado, Eduardo Olmos Castro.
La diferencia de 60 millones de pesos, seguramente tiene que ver con la colocación de rellenos aligerados desde antes de la inauguración, posteriormente la instalación de otras capas de concreto, cambios de neoprenos y engrosamiento de las columnas en los cuatro viaductos.
?Y todavía hay un pago pendiente a la empresa constructora Acolsa, que reclama una diferencia en gastos indirectos y no recuperables, que aduce hizo, debido a que la obra se desfasó en el tiempo proyectado de contrato?, dice el funcionario estatal.
El Distribuidor Vial Revolución fue inaugurado un 31 de enero de 2004, cinco meses después de la fecha pactada para finalizar la obra.
Admite que el Gobierno de Humberto Moreira está pagando actualmente obras que se realizaron en el sexenio anterior y que por diversas circunstancias se quedaron pendientes en algunos conceptos. El monto total de lo que significa este financiamiento, lo desconoce pero señala que en la mayoría de los casos como por ejemplo el bulevar Venustiano Carranza y el puente Otilio González en Saltillo, el gobernador Humberto Moreira prefirió cubrir las diferencias de precios, pero a cambio de que las obras quedaran bien hechas y seguras.
En el caso del DVR, la lista de costos derivada de las reparaciones realizadas sigue abierta, ya que se invierten actualmente 3.5 millones de pesos en el estudio técnico integral que realiza el Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Nuevo León y que fue encargado por el Gobierno actual a fin de determinar las fallas que tuvo la construcción, en qué fase y sobre todo, las alternativas para corregir la obra en su totalidad.
La premisa es ?no seguirle haciendo arreglitos? al DVR sino corregir de fondo los problemas estructurales que tenga y lograr que sea el complejo vial proyectado para cien años.
Olmos Castro explica que lo sucedido en el Gobierno de Enrique Martínez en materia de obras públicas, no se repetirá ahora, por lo que se establecen los mecanismos para evitar que las empresas que concursan inflen costos o manejen precios sumamente bajos que arriesguen la viabilidad y seguridad técnica.
Uno de los proyectos que se pretende aplicar, sobre todo en lo que hace a construcción de puentes, es el sistema de Llave en Mano y Financiamiento de Obra, lo que implica que a las licitaciones públicas se permitirá el acceso de empresas solventes técnica y financieramente, de manera que no requieran anticipo del Gobierno del Estado para comenzar a trabajar y de ser posible cobren hasta entregar la obra a entera a satisfacción del contratante.
Controversia los perjudica
Edgar Acosta Olvera, representante de la empresa constructora Acolsa, que hizo el Distribuidor Vial Revolución, señala que el Gobierno del Estado aún le debe alrededor de tres millones de pesos por afectación de indirectos, correspondientes a dicha obra realizada en el año 2003.
Señala que la situación de la empresa que representa es aún indefinida, ya que ni le pagan y tampoco se le permite participar en licitaciones que hace la Secretaría de Obras Públicas y Transportes, pese a que no se tiene aún el resultado del dictamen contratado al Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Edgar Acosta Olvera considera que a su empresa se le está prejuiciando y se le niega su derecho al trabajo, cuando todavía no se deslindan responsabilidades en el caso de las fallas del DVR y en las cuales, como ejecutores, asegura que el personal a su cargo nada tuvo que ver, ya que sólo se ajustó a los términos del proyecto constructivo.
