Nueva York, (EFE).- El mago David Blaine parece no tenerle miedo a nada: tras ser enterrado en Central Park, encerrado en una caja de hielo y sobrevivir 44 días sin comer, ahora planea pasar una semana atado y sumergido en un tanque de agua.
"Estaré inmerso durante una semana en un acuario completamente lleno de agua, con los pies y las manos atados con cadenas. Contaré con un tubo de respiración, pero no recibiré alimento alguno", anunció el miércoles el ilusionista en una rueda de prensa.
"Creo que el cuerpo humano sabe qué hacer en cada momento para sobrevivir", dijo Blaine, que iniciará la hazaña el próximo lunes.
El acuario, de forma circular, se instalará a la vista de todo el mundo en la plaza Josie Robertson del Lincoln Center, una de las áreas culturales más conocidas de la ciudad de los rascacielos y donde permanecerá, con el mago dentro, durante una semana.
El mago recordó que de niño acudía a la biblioteca pública del Lincoln Center "para aprender todo sobre los grandes magos", y por eso calificó de "sueño" el poder intentar allí su nuevo reto.
Entre los mayores inconvenientes a los que se enfrentará el espectacular mago neoyorquino está superar el cansancio que irá acumulando con el transcurso de los días.
"Dormiré en pequeños periodos de tiempo durante la noche para que el regulador de aire que llevaré en la boca no se salga y así evitar que me entre agua en los pulmones", explicó.
Blaine señaló que el respaldo del público será fundamental y por ello dispondrá durante su encierro de una máscara especial que le permitirá comunicarse con todo aquel que se acerque al Lincoln Center de Manhattan a mostrarle su apoyo.
Su carácter competitivo le ha llevado en esta ocasión a entonar el circense "más difícil todavía", y tratará de mantener la respiración durante los últimos minutos del reto y batir así el récord mundial de apnea estática -es decir, sin ningún tipo de medio mecánico-, situado en ocho minutos y 32 segundos.
"Al final de la semana intentaré contener la respiración durante nueve minutos. Más de lo que ningún ser humano ha conseguido por medios naturales", aseguró Blaine.
El ilusionista es consciente del riesgo que corre su vida en cada una de sus aventuras, aunque, según declaró, "cuando me enfrento a estos retos trato de evitar pensar en todo aquello que me distrae y me concentro en sobrevivir".
El asesor médico de Blaine, el doctor Murat Gunel, jefe de Neurocirugía de la Universidad de Yale, advirtió al ilusionista de que cortar el suministro de oxígeno al cerebro puede ocasionar graves problemas, como desmayos, daños neurológicos e incluso la muerte.
Según Gunel, su trabajo ha consistido en "convencer a David de que no lo hiciera, ya que los riesgos de permanecer durante una semana en el agua son altos, a lo que se añade que el tiempo de contención de la respiración puede causar graves daños cerebrales".
Pero el médico no tuvo éxito y el mago recurrió en diciembre a Kirk Krack, un experto instructor de submarinismo en apnea, para que le instruyera en esa técnica.