EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Aunque parezca mentira, no a todas las mujeres les gusta ir de compras. Algunas evitan, en lo posible, el desgaste de acudir a un centro comercial atiborrado de otras congéneres que buscan exactamente la misma prenda que ellas y en la misma talla.
Si a esto se suman las filas en los probadores, las prendas maltratadas de las temporadas de barata y, para rematar, el tráfico que paraliza la ciudad en los días de quincena, la mejor opción parecería continuar utilizando el atuendo de la temporada anterior que, si lo vemos bien, todavía no está muy deslavado.
Si a estos inconvenientes les sumamos los obstáculos derivados de la fama, entonces parecería incomprensible que las celebridades luzcan siempre impecables y a la moda, ¿cuándo van de compras y a dónde?
Las grandes estrellas que no pueden acudir a una boutique sin ser acosadas por paparazzis y admiradores, por lo regular invierten algo de dinero en contratar a una persona que haga las compras en su lugar. Así, estos compradores profesionales visitan talleres y fábricas o acuden a desfiles de modas con el único fin de comprar el guardarropa de temporada de sus patrones. De esta manera, la superestrella luce siempre en tendencia sin tener que asomar siquiera la nariz fuera de su casa.
DISEÑADOR EXCLUSIVO
A la usanza de los sastres antiguos, en el mundo existen aún algunos costureros que más que modistos, son verdaderos artistas del vestido.
Entre ellos se encuentran, por ejemplo, los que trabajan para la firma inglesa Henry Poole, cuyos clientes son una escasa docena de millonarios que llegan a pagar hasta 25 mil dólares por un traje de diario. Entre sus clientes se encuentra ni más ni menos que la reina Isabel II.
Muchas celebridades o gente adinerada reciben invitaciones de los diseñadores y de las firmas más importantes para acudir a pasarelas cerradas al público, donde se realiza la venta de las prendas antes que éstas lleguen a cualquier almacén.
Se trata no solamente de comprar con comodidad, sino además, de tener acceso a los atuendos más originales antes que nadie.
Por otro lado, los diseñadores les envían prendas gratis a algunas figuras con el fin de obtener publicidad. Lindsay Lohan y las hermanas Olsen reciben a la semana cientos de modelos diferentes de camisetas por parte de distintas casa de moda.
Los usuarios de algunas tarjetas sin límite de crédito tienen acceso a ventas exclusivas. Son conocidas las que organiza American Express con clientes de lujo.
Este pasado diez de mayo, por ejemplo, las damas de sociedad fueron invitadas a tomar el té con Carolina Herrera para admirar su nueva colección, previa recepción con champaña, y adquirir lo que les gustara.
Algunas de estas prendas ni siquiera llegan a ver las pasarelas. Renée Zellweger, aunque no es mamá, sí es fanática de la diseñadora, así que no dudó en asistir al té.
Algunos almacenes, como la boutique en Manhattan de Link of London, organizan fiestas privadas para sus clientes predilectos presentando a los DJ?s de moda y estilistas superfamosos.
El almacén contrató Land Rovers con chofer para que recogieran a cada uno de los invitados y los llevaran de regreso a casa al final. Gwen Stefani y Britney Spears acuden a estas fiestas con regularidad.
Así que ya lo sabe, sí hay manera de evitar las compras y congestionamientos, sin sacrificar la moda. Solamente hay que invertir un poco de dinero.
