Fue un pintoresco personaje de nuestro pueblo.
Andaba por las calles vendiendo los avioncitos de cartón que fabricaba y que hacían un ruido peculiar al agitarlos en el aire, dando vueltas.
Era una persona feliz, y muy afecto a platicar con todos, especialmente con sus clientes, los niños.
Sabía muchas cosas. Abordaba muchos temas, lo mismo de las temperaturas que de las cuestiones económicas, y hasta se ofrecía a ayudar a hacer las tareas escolares de los menores.
Todo eso lo hizo popular y estimado.
Un día empezó a tocarse el tema de los candidatos que debería tener el pueblo para ocupar la Presidencia Municipal, y algunos bromistas propusieron a Carracas.
El se enteró y le dio gusto, y de inmediato empezó su campaña hablando de sus proyectos.
Algunos traemos el sino de lo que seremos en la vida, por curiosos y preguntones, y un día platicamos con Carracas sobre sus planes para cuando fuera presidente.
Muy serio puso su mercancía en el suelo, y acomodados en una banca de la plaza nos dijo:
?Mira güerito, lo primero que haré será atender todos los servicios del pueblo, que haya agua potable, que haya luz permanente porque ya ves cómo falla, que haya limpieza en las calles, que los policías anden uniformados y en cuando haga frío en lugar de las cobijas usen chamarras gruesas, en fin muchas cosas, pero lo más importante, lo que será mi aportación mayor será que todos nos respetemos, que vivamos como hermanos, que nos saludemos con cortesía, que asistamos a los ancianos, que no haya odios ni rencores, y que hagamos de este pueblo una isla de paz y de amistad?.
Cuando más gente conoció sus proyectos se ponía pensativa, pues no andaba mal el señor Carracas.
Pero vinieron las elecciones, surgió el dedazo y ganó el escogido, como era natural.
Y esto nos viene a la mente muchas veces en nuestra ciudad. Cuando sale la gente del supermercado con su carrito de mandado, nadie le da el paso como se hace en otros países. Cuando los jóvenes encuentran a un anciano por la calle no lo ayudan a cruzar la acera. Muchos viven en eterno pleito. Muchos ni siquiera el saludo regalan, etc., etc.
¿Qué hubiera pasado si Carracas es elegido y gana?
Muchas veces lo pensamos, y a la mejor todos unidos hubiéramos hecho de nuestro pueblo una isla de otro mundo, llena de paz y de amistad.