Se acerca a pasos agigantados.
Estamos ya a pocos meses de que Torreón, una de las ciudades jóvenes de México, esté en plena celebración de sus primeros cien años como ciudad.
Y todavía es tiempo para redondear muchos proyectos.
Como el crear museos por diferentes lugares estratégicos de la ciudad donde se muestren las historias de los hombres que hicieron importante esta comunidad.
Conocimos a algunos de esos personajes y nos dejaron gratamente impresionados con su aportación para mejorar nuestro entorno, en diferentes campos del quehacer humano.
En las tareas del campo destacó Arturo Orona que anhelaba conseguir toda clase de mejoras para una parte de este municipio, olvidado atrás de la Sierra de Jimulco.
En el renglón educativo destacaron muchos personajes que no deben ser olvidados, como Dolores Hernández García que dirigiera los destinos de la Escuela del Centenario, forjadora de muchos hombres que destacarían ya en su vida productiva.
Estuvo un Samuel Cereceres Garza atendiendo a los Niños de la Casa de Beneficencia ya desaparecida.
Entre las tareas humanitarias sobresalió el padre Manuelito García, incansable luchador por las clases abandonadas, creador de albergues y dispensarios médicos y con una dedicación especial por los presos.
En lo cultural figuras notables como el Dr. Alfonso Garibay Fernández, Luis Díaz Flores y Beatriz González de Montemayor.
En el impulso a la industria Arturo Rodríguez Meléndez, quien dio ejemplo de esfuerzo y superación en todo lo que emprendió.
Son apenas unos cuantos huéspedes que podrían tener los museos que ojalá se vayan estableciendo desde ya en diferentes puntos estratégicos de nuestra ciudad, para que las nuevas generaciones conozcan y no olviden a quienes nos mostraron el camino de la superación que debemos continuar.