Hoy, es el último día de un año más que termina.
Atrás quedaron muchas cosas, buenas unas, regulares otras.
Mas todo es cosa del pasado, porque hoy mismo, en el último día del año que agoniza, podemos empezar una nueva vida.
Arrojemos de nuestro vivir ese pesimismo que no nos deja avanzar y adentrémonos en el maravilloso universo del optimismo.
Pero para lograrlo cambiemos de actitud, desprendiéndonos de todo ese lastre que hemos cargado viviendo de cosas sin beneficio ni provecho.
Vivamos el presente que tiene que ser diferente, no sólo porque así lo queremos, sino porque así nos lo hemos propuesto, con nuestros actos y nuestros hechos.
Necesitamos avanzar, salir de este suelo pantanoso que no nos permite dar pasos hacia delante, porque todo lo vemos negativo.
Es tiempo de sacar la entereza y el valor para ir en pos del éxito.
Y esto va, lo mismo para los estudiantes que se han estancado en su progreso, que en los que trabajan y no alcanzan las metas que les esperan si modifican esa forma de conducirse, conformista y apacible que a nada conduce sino a seguir en lo mismo y con lo mismo.
Éste es un día maravilloso en el que hay que cambiar la forma de ver las cosas, así que, no espere más, el cambio debe hacerse ahora.