Gracias Señor por darme esta nueva mañana.
Por permitirme usar mis sentidos para apreciarlo.
Por escuchar el canto de los pájaros pidiendo la Primavera.
Por escuchar a estos niños que crecen a nuestro lado con sus risas y sus llantos.
Por mirar nuevamente ése tu reino que es un cielo azul donde te he buscado desde niño.
Y por saber que no sólo estás allá sino también a nuestro lado, en cada momento.
Por tener sueños e ilusiones, con la misma claridad con que aparecieron en la niñez.
Por volver a escuchar esa bella canción que le llegaba de serenata a mamá.
Por seguir aprendiendo cada día a sumar, olvidándome de las restas.
Por darme la paciencia de escuchar para dejar que los demás digan sus sentimientos.
Por ser agradecido con los que me han tendido su mano en cada instante de la vida.
Por regalarme el perdón, algo tan tuyo y tan especial.
Por poder mirar a la gente de frente, sin avergonzarnos de nada.
Por seguir teniendo ideales y esperanzas.
Por haber sembrado en nuestro corazón las palabras que solamente con el alma podríamos decir en una sola expresión de voz, y que es: Gracias.