Ésos son los años que cumplirá pronto don Filemón Bocanegra Lugo.
Y está contento, feliz de la vida y con muchas ganas de seguir siendo útil.
¡Qué persona tan admirable!
Lo conocimos hace cuatro años, cuando cumplió 90 de vida, y en este espacio lo consignamos.
Y este pasado fin de semana, que lo visitamos, en su finca del campo lagunero, lo encontramos mucho mejor, más animoso y más alegre.
Conste que acaba de salir de una operación, pues tropezó y se lastimó, pero volvió a la actividad con más entusiasmo.
Un ejemplo para nosotros y para muchos, que nos doblamos al primer revés y que nos quejamos de todo.
Don Filemón esta vez nos dio otra sorpresa.
Como viene el tiempo de Navidad, estuvo recordando de cómo eran las pastorelas de su niñez, y luego nos dijo: Déjeme decirle algunos versos que me tocó a mí expresar en esos festejos. Y con gran lucidez mental estuvo reviviéndolos.
Y para rematar añadió los que decían los demás.
¿Dónde está el secreto para conservar todo esto que usted tiene? Le preguntamos.
Y riendo nos dijo:
?En el trabajo. Mire hoy me levanté organizando todo, pensando en lo que tenemos pendiente, en lo que hay que hacer en el establo, para que no falte nada?.
Y ahí, desde su silla observaba todo el movimiento, ordenando de vez en cuando una u otra cosa.
Vamos de vez en cuando a visitarlo porque don Filemón es un homenaje a las personas que valen por lo que son, por su ejemplo de trabajo y prudencia.
Que el Señor lo conserve mucho tiempo para bien de su familia y de la sociedad a la que sirve con su ejemplo.