Un infame individuo llamado Dirto Glosso gustaba de hacer llamadas telefónicas obscenas. Marcaba cualquier número, y si le contestaba una mujer empezaba a jadear como poseso y luego le decía cosas que no son para ponerse en estas páginas, así de malsanas y mefíticas eran sus lúbricas palabras. En ocasiones obtenía resultados que lo desconcertaban, como la vez que contestó el teléfono Himenia Camafría, madura señorita soltera, y al escuchar los accesos lujuriosos y las primeras frases sicalípticas de Glosso dijo con entusiasmo y alegría: "¡Ah, una llamada obscena! ¡Espere un momentito por favor, señor! ¡Voy a traer mi café y mi cigarrito para escucharlo a gusto!". Cierto día el sucio sujeto se dispuso a hacer una más de sus llamadas. Marcó al azar un número y le contestó una niñita que tendría escasamente cinco años. Al oír aquella voz infantil pregunta Dirto: "¿Está tu mamá, niña?". "No está -responde ella-. Salió al súper". Inquiere el pervertido: "¿Se encuentra tu hermana mayor?". "Tampoco está -contesta la niñita-. Fue a la escuela". "¿Hay alguna mujer en casa?" -pregunta Glosso. "No -replica la pequeña-. Estoy yo sola". "Ah, bueno -dice el degenerado empezando a jadear con ronco acento-. Entonces oye esto, niña: Ca-ca... Pi-pí... Po-pó..."... ¿Cuál es la diferencia entre noviazgo y matrimonio? En el noviazgo el sexo es cosa difícil. En el matrimonio llega a ser imposible... La elección de Michelle Bachelet como Presidenta de Chile es una buena noticia. La condición de mujer de la recién electa es prueba -como si lo obvio necesitara comprobación- de que las mujeres son una opción valiosa en un campo como el de la política en América Latina, reservado tradicionalmente a los varones. Pienso en mujeres mexicanas como Josefina Vázquez Mota, Amalia García o Beatriz Paredes, por mencionar únicamente tres, y me apena que en México la mujer no tenga todavía la plena igualdad que habría hecho que una persona del sexo femenino hubiera llegado ya a la máxima magistratura. Un día, sin embargo, habrá en México, igual que en Chile, una mujer Presidenta. Ése será un buen día que espero yo llegar a ver... Le dice un caníbal a otro: "Tu suegra no me gusta nada". Responde el otro: "Entonces cómete nada más las papitas"... Un viajero llegó a un pequeño pueblo, y para pasar el tiempo fue al único bar que había ahí. La cantina estaba llena. El forastero se dirigió a la barra y pidió una cerveza. De pronto oyó que alguien dijo: "27". Al escuchar aquello todos los parroquianos soltaron una carcajada. Luego dijo otro: "32". Todos rieron estrepitosamente. "14" -dijo un tercer parroquiano. Y la clientela entera celebró eso con otra risotada. El recién llegado le pregunta al cantinero: "¿Qué significa estas risas?". Contesta el barman: "Hemos repetido tanto los mismos chiste que los tenemos numerados ya. Cuando alguien dice un número todos recuerdan el cuento correspondiente; de ahí las carcajadas que se oyen". Se vuelve el forastero hacia la concurrencia y dice: "16". Nadie se ríe. "Amigo -le dice compasivamente el cantinero-. No es el chiste: es la manera de contarlo"... Suena el teléfono y lo contesta el marido. "No sé -dice-. Llame usted a la secretaría de la Reforma Agraria". Tras decir eso cuelga. Le pregunta su esposa con asombro: "¿Por qué dijiste eso? ¿Quién llamaba?". Responde el marido: "Un imbécil que quería saber si el campo estaba libre"... Don Algón tenía un perrito poodle en su oficina. Sus amigos, extrañados, le preguntaban por qué tenía ahí al animalito. Explicaba don Algón: "Así cuando esté yo con mi secretaria y diga: '¡Acuéstate! ¡Muévete! ¡Siéntate!', la gente que está afuera pensará que le estoy enseñando trucos al perrito"... FIN.
