El cuento que sigue habría sido censurado con acrimonia por la señora Vanderbilt y el señor Carreño, celosos guardianes de las buenas maneras y la urbanidad. Fue un hombre con el barbero y le dijo: "Maestro: tengo problemas al rasurarme las mejillas. Siempre me quedan cañones que la navaja no alcanza a cortar bien. ¿Qué me recomienda?". Contesta el fígaro: "Pruebe con esta bola de porcelana. Puesta entre los dientes y la parte interior de la mejilla hace que ésta se abulte, y así la navaja puede descañonar perfectamente". El visitante se pone en la boca la canica y, en efecto, nota que eso podía servir para obtener una mejor rasura. Pero se le ocurre un inconveniente. "Oiga, maestro -pregunta al rapador-. ¿Y si me trago la bola?". "No hay problema, señor -contesta el de la barbería-. Me la trae al día siguiente, como hacen todos los clientes que se la tragan"... Doña Fecundina tenía ya 15 hijos. Le sugiere una trabajadora social: "¿Por qué no recurre al método del ritmo?". "Señorita -responde doña Fecundina-, en esos momentos ¿quién se va a acordar de marcar los compases?"... Llegó don Algón a su negocio y por poco se cae de espaldas. En la oficina los empleados estaban llevando a cabo una verdadera bacanal. El subgerente estaba encima de la secretaria; la cajera se hallaba sobre el office boy; el contador perseguía a la encargada del archivo. "¡Hola, jefe! -dice Rosibel, la secretaria-. ¡Se nos ocurrió implantar la hora feliz!"... En el atestado autobús se oye una voz de hombre: "¿Alguien perdió una cartera con 3 mil pesos en billetes de 500?". "¡Es mía, es mía!" -clama un señor muy angustiado. Y dice el individuo: "Acabo de encontrar la cartera, señor, pero estaba vacía"... Ha empezado ya formalmente la carrera por la Presidencia. Las encuestas siguen mostrando a López Obrador en el primer lugar, y a Calderón en el segundo, muy cerca ya de él. Sin embargo un análisis comparativo de las encuestas hechas en los últimos meses muestra sin lugar a dudas que López Obrador está perdiendo puntos gradualmente, mientras Calderón asciende en forma constante. De octubre a enero, según la encuesta trimestral que realiza María de las Heras, AMLO bajó dos puntos, del 39 por ciento al 37. En el mismo periodo Felipe Calderón subió seis puntos, del 25 por ciento al 31. El panista es el candidato que más está subiendo en la preferencia de los electores, a pesar de que fue el último en ingresar a la carrera presidencial. De seguir sin cambio esa tendencia, en abril Calderón habrá igualado a López Obrador, y lo superará en julio. Desde luego todo esto puede cambiar -la política es el juego de todos los juegos-, y nadie puede dar por segura la victoria de cualquiera de los candidatos... Sigue ahora un cuento de color subido. Lo anuncio a fin de que las personas de moral estricta suspendan aquí mismo la lectura... Libidiano Pitonier, galán concupiscente, invitó a Dulcilí, muchacha candorosa, a dar un paseo en su auto. La llevó a un paraje alejado, y ahí le dijo que se le había acabado la gasolina. Ella, ingenua y todo, conocía ya ese truco, de modo que sacó un billete y se lo dio al seductor. "Con esto -le dijo- puedes ir a la ciudad y traer gasolina". "Está bien -contestó de mal modo Libidiano-. Pero antes voy a desahogar una necesidad menor". Se puso a hacer tal cosa. Mientras tanto Dulcilí decidió investigar si en verdad el tanque estaba vacío. Lo abrió y acercó un cerillo para ver su interior. Se produjo una explosión horrísona. Cuando Dulcilí se repuso del fragoroso estallido le pide a su galán: "¡Ayúdame a buscar mi bolso! ¡En él hay 5 mil pesos!". Con gemebundo acento responde Libidiano: "¡Olvídate del bolso y ayúdame a buscar mi mano! ¡En ella hay algo mucho más importante!"... FIN.