Fachendo, sujeto jactancioso, casó con Rosilí, muchacha ingenua. La noche de las bodas el novio dejó caer la bata que lo cubría -de seda color rojo borgoña- y se mostró al natural ante su noviecita. "Mira, Rosilí -le dijo con petulancia farolera-. ¡Cien kilos de pura dinamita!". Al oír aquello la muchacha puso cara de espanto e hizo el intento de salir corriendo de la habitación. Apenas pudo él detenerla ya en la puerta. "¿Qué haces, prenda mía? -le pregunta-. ¿Por qué huyes así? ¿Acaso ofendí tu virginal pudor?". "No -contesta Rosilí-. Pero dices que tienes cien kilos de pura dinamita, y al ver esa mechita tan corta pensé que en cualquier momento podías estallar"... Cuando pensamos en migrantes tenemos la tendencia a pensar en hombres solamente. Los hechos muestran que debemos cambiar tal concepción: el número de mujeres mexicanas que emigran a los Estados Unidos -ilegalmente, casi siempre- es muy grande, y sus aportaciones en dinero enviado a México superan ya, según algunos datos, a los envíos hechos por hombres. Si se erigiera una estatua del migrante, héroe anónimo, el monumento debería tener entonces la presencia del hombre y la mujer, y aun de los niños, pues también a la infancia afecta el drama de la migración. La gravedad de la tragedia del migrante se hace mayor por la ceguera de algunos políticos estadounidenses, que con la construcción de un muro pretenden poner freno a la migración. Ninguna pared puede acabar con ese flujo causado por la pobreza. El fortalecimiento de los países débiles, la ayuda para mejorar su economía, una actitud humanitaria en relación con el migrante y el establecimiento de una política migratoria acorde con los derechos humanos harán más para paliar el tremendo drama de la migración -fenómeno ya universal- que ese muro, el cual llegará a ser una vergüenza tan grande para la humanidad como lo fue en su tiempo el de Berlín... En los tiempos en que Babalucas era niño se vendía un papel engomado para atrapar las moscas. Le pide su mamá al bobalicón: "-Ve a la esquina y trae papel para las moscas?. "-¡Ejele! -se burla Babalucas-. ¿A poco lo necesitan??... (Nada ha cambiado el zonzo. Ayer le preguntó a un amigo: "-¿Qué hora tienes??. Responde éste: "-Las 10 menos diez?. "-¡Uh que la! -se enoja Babalucas-. ¡Pos entonces no tienes nada de hora, caón!?)... Un curita español viajaba en jet. En el asiento vecino iba una religiosa muy finolis, superiora de una orden de alto copete. Llega la azafata con el carrito de los vinos y licores y le pregunta a la reverenda: "-¿Qué va usted a tomar, madre??. Con afectada voz responde ella: "-Quiero un curazao?. Prorrumpe el padrecito hecho una furia: "-¡Y a mí déme una monja hervida, oño!?... Himenia Camafría y Celiberia Sinvarón, maduras señoritas solteras, eran ambas católicas devotas. Frente a su casa se estableció un burdel o mancebía. Por los visillos de la ventana atisbaban todas las noches la entrada de los clientes al lugar. "-Ahí va el nuevo rabino -dice la señorita Himenia-. ¡Ah, esos judíos?. Poco después: "-¡Mira! ¡Va entrando el pastor Calvínez! ¡Ah, esos protestantes!?. De pronto la señorita Himenia se queda estupefacta: recatándose en las sombras de la noche el párroco del pueblo llegaba también a aquella casa de pecado. "-¡Santo Cielo! -exclama consternada la señorita Himenia-. ¡El Padre Arsilio!?. Y enseguida añade con un piadoso suspiro: "-Alguna de las muchachas ha de estar enferma, y el pobrecito tuvo que venir a confesarla?... FIN.
