Babalucas le dijo a un amigo: "Me van a hacer una transfusión de sangre". Le aconseja el camarada: "Cuida de que te la hagan en un hospital reconocido. El Sida acecha en todas partes". "Tomaré mis precauciones -contesta el badulaque-. Me pondré condón"... Don Algón, jefe de la oficina, le dice con voz severa a su linda secretaria: "Rosibel: tenía yo mil pesos en el cajón de mi escritorio, y han desaparecido. Sólo usted y yo tenemos la llave de la gaveta. ¿Qué me puede decir acerca de esto?". "Jefe -contesta Rosibel-. ¿Qué le parece si cada uno ponemos 500 pesos y olvidamos esta cuestión tan enojosa?"... Después de cumplir cinco años de condena en una cárcel salió el reo y se dirigió a su casa. Cuando entró vio que su esposa estaba refocilándose con un sujeto. "¡Ah, meretriz! -exclama el hombre, que en la prisión había estudiado la preparatoria-. ¿No me prometiste que me esperarías?". "Y te esperé, Pellico -replica la señora-. Pero en algo tenía que entretener la espera"... Una mujer joven y agraciada fue a una clínica de fertilidad. Quería tener un hijo, explicó, mediante el método de inseminación artificial. El encargado, un médico igualmente joven, la hizo pasar a una pequeña sala adjunta y le pidió que se aligerara la ropa. Enseguida él procedió a hacer lo mismo. "¡Doctor! -exclama con asombro la muchacha-. ¿Qué hace usted?". "Señorita -responde el facultativo-. De momento se nos acabó lo artificial, de modo que tendremos que trabajar con los elementos disponibles"... Leroy Washington, hombre de color, y Redneck Smith, un blanco, fueron acusados de desertores y condenados por un tribunal militar a morir fusilados. El capitán que dirigía la ejecución los pone uno al lado del otro y le pregunta a Smith: "¿Cuál es tu última voluntad?". Contesta Redneck: "Que me apunten al corazón". Se vuelve el capitán a Leroy y le repite la pregunta: "¿Cuál es tu última voluntad?". Responde el moreno con temblorosa voz: "Que todas las balas den en el blanco"... La vedette les muestra a sus amigas la foto de su más reciente protector, un hombre maduro, panzón y calvo. "La foto no le favorece mucho -les explica-.- No se le ve la cartera"... Una chica europea fue con el doctor. Mostraba ciertos síntomas, le dijo, que la preocupaban. Un rápido examen convenció al facultativo de que la joven mujer estaba embarazada. Le pregunta: "¿Cuándo fue la última vez que tuvo un chequeo?". "No me acuerdo -contesta la muchacha-. Pero los más recientes fueron un español, un italiano y un francés"... Él y ella eran novios desde la secundaria. Tuvieron que separarse, sin embargo, para ir cada uno a diferente ciudad a estudiar, y el interés de ella pareció disminuir. Cuando él la llamaba por teléfono nunca la encontraba, y la chica dejaba sin respuesta los correos que todos los días y a todas horas él le enviaba. Por fin un día ella le dijo que estaba saliendo ya con otros. Él se desesperó, y repitió con más insistencia sus llamadas y mensajes. Cansada ya de aquel asedio ella le mandó una foto de Polaroid que la mostraba haciendo un acto más que íntimo con uno de sus nuevos amigos. Él entonces mandó la foto por e-mail a los papás de la muchacha con un mensaje aparentemente enviado por ella que decía: "Mándenme más dinero: miren lo que estoy teniendo que hacer para sobrevivir"... Don Geroncio, señor de edad madura -la verdad, ya casi anciano- casó con Nalgarina, mujer en flor de edad y de abundosas prendas físicas. La mismísima noche de las bodas el recién casado pasó a mejor vida. "Se le cumplió un deseo que tenía -decía llorando la consolable viuda-. Siempre me dijo que quería tener una muerte rápida, y murió en el acto"... FIN.