Comentaba una chica recién matrimoniada: "Antes de casarme mi mamá me dijo que para agradar a mi marido debía yo ser una dama en la sala, una experta en la cocina y una cortesana en la recámara. Cuando me casé, mi marido me dijo que me olvidara de las dos primeras cosas y me concentrara en la tercera"... Cuatro amigos de juventud se reunieron a tomar la copa y hablar de sus respectivas vidas. Uno se levantó para ir al baño, y los otros empezaron a hablar de sus respectivos hijos. Dice el primero: "Al mío le ha ido muy bien. Acaba de comprar un coche último modelo". Dice el segundo: "El mío también ha tenido éxito. Acaba de comprar un departamento". Dice el tercero: "Mi hijo ha sido igualmente exitoso. Acaba de comprar una lancha para ir de pesca". En eso llega el otro. Le dicen: "Estábamos hablando de nuestros hijos". Comenta el recién llegado. "El mío es gay. Y le ha ido muy bien: uno de sus amigos le acaba de comprar un coche último modelo, otro un departamento y otro una lancha para ir de pesca"... Se casó Babalucas, y a los tres meses de la boda su esposa dio a luz un robusto varoncito. El tonto roque, inquieto, fue a hablar con el papá de la muchacha. "Su hija -le dice- tuvo un bebé a los tres meses de casada, y yo recuerdo bien que mi santa madrecita, que en gloria esté, decía que los bebés tardan nueve meses en nacer". "Veamos -replica el hombre-. ¿Cuántos meses de casado tienes tú?". "Tres". "¿Cuántos meses de casada tiene tu mujer?". "Tres". "Y ¿cuántos meses llevan los dos viviendo juntos?". "Tres". "Ahí tienes: tres, más tres, más tres son nueve. Los nueve meses que con toda razón decía tu santa madrecita, que en gloria esté". Babalucas ponderó por un momento aquellas cuentas y luego, tranquilo ya y en paz, volvió al lado de su mujer y de su hijo. O sancta simplicitas! ¡Oh, santa inocencia!... Siempre que supongo algo tengo que decir después: "Contrariamente a lo que yo había supuesto...". Pues bien: contrariamente a lo que yo había supuesto parece ser que los priistas que no votarán por Madrazo votarán por Felipe Calderón, y no por López Obrador. El razonamiento de esos militantes del PRI es muy sencillo: piensan que si AMLO llega a la Presidencia sucederá lo mismo que pasó en el Distrito Federal: los perredistas ya no dejarán el poder, sea cuales fueren los extremos a que deban llegar para retenerlo, y el país acabará por ser lo que el DF es actualmente: una propiedad del PRD, y por ello un territorio de ilegalidad. Los priistas que en número muy elevado dicen que en conciencia no pueden votar por Madrazo, dicen igualmente que tampoco pueden dar su voto a López Obrador, pues éste pondría en riesgo los procedimientos democráticos, lo cual anularía cualquier posibilidad que el PRI tuviera de recuperar el poder alguna vez. Además esos priistas saben que Madrazo no puede ganar la elección de julio. Harán de su voto, entonces, un voto útil. Y ese voto se aplicará a la tarea de evitar que López Obrador gane la elección presidencial... Don Algón le dice su amiguita Nalgarina: "Si me arruinara y perdiera todo mi dinero ¿me seguirías amando?". "No sé -responde ella con sinceridad-. Pero de seguro te extrañaría mucho"... Un sujeto se presentó ante el juez; quería divorciarse de su esposa. "¿Por qué?" -pregunta el juzgador. Replica el demandante: "Porque me cuenta un cuento cada noche". "Eso no es causal de divorcio -dice el juez-. ¿Qué cuentos son ésos que su mujer le cuenta?". "Son dos -responde el individuo-. Uno es: ?Me duele la cabeza?, y el otro: ?Estoy en mis días?"... FIN.