Una señora le preguntó al experto en sexología: "¿Es peligroso el sexo en la televisión?". "Mucho -responde el especialista sin dudar-. Si lo hace usted ahí se puede resbalar"... El portero del equipo de futbol pasó frente a un edificio de departamentos que se estaba incendiando. En un balcón del piso nueve una madre clamaba como loca al tiempo que alzaba en brazos a su bebé de meses. Ante la expectación de la muchedumbre el futbolista le grita a la angustiada madre: "¡Tíreme su bebé, señora! Soy portero profesional de futbol soccer, y gozo de fama por mis agarradas, sobre todo por aquella que le hice a un zurdazo con chanfle del Peluche Pérez; usted lo recuerda, el que luego jugó con el Churrinfle de Pascualgrande, provincia de Ávila, en España. Esa vez mi equipo le ganó por 1-0 al Balompédico de Ciegos. Por cierto, el arbitraje fue infumable. Nos marcaron dos fuera de lugar inexistentes. ¡Qué fuera de lugar ni qué ocho cuartos! Tenga confianza en mí, señora. ¡Tíreme al bebé!". La madre, desesperada, le arrojó el bebé al futbolista. La multitud lanzó un tremendo ululato de terror. El portero se tendió y atrapó al bebé milímetros antes de que tocara el suelo. Un clamoroso grito de júbilo salió entonces de la muchedumbre. Pero ese júbilo se volvió consternación cuando el portero botó dos veces al bebé en el suelo y luego le dio una gran patada que lo lanzó a 50 metros... Nos preocupa mucho saber quién ganará la elección presidencial, pero más nos debería preocupar cómo la ganará. A gritos y sombrerazos, cayendo y levantando, México ha entrado en el camino de la democracia. Eso fue obra, claro, de la sociedad civil, que dio su voto a Fox y acabó así con 70 años de dominación priista. Pero también la nueva etapa de la vida mexicana se debe en buena parte a un ex Presidente cuyos méritos no han sido reconocidos con justicia: Ernesto Zedillo Ponce de León, quien al término de la jornada electoral salió con oportunidad a reconocer el triunfo de un candidato opositor, y con eso cortó de raíz cualquier intentona que hubiesen podido hacer los sectores radicales del PRI para impugnar el resultado de la elección y mantener a toda costa el statu quo. Sea quien sea ahora el candidato victorioso debemos mantener esa actitud de absoluto respeto a la voluntad popular, aunque el candidato ganador no sea el nuestro. Si eso hacemos, todos los mexicanos resultaremos victoriosos... Doña Jodoncia le dice con rencoroso acento a su abnegado cónyuge: "Jamás podré perdonarte lo que me hiciste anoche, Martiriano". "¿Qué te hice, mujer?" -inquiere con angustia el lacerado sin saber a qué se refería su fiera consorte. Responde ella: "Soñé que tú y Brad Pitt se peleaban por mí, y tú ganabas"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, iba por la calle con su amiguita Celiberia Sinvarón, también célibe otoñal. De pronto la toma por la mano y le dice: "¡Corre! ¡Vamos a esa tienda!". Le indica Celiberia: "Es una tienda para hombres". "Sí -concede la señorita Himenia-. ¡Pero mira lo que dice ese letrero!". El letrero decía: "Todos los pantalones de hombre están a la mitad"... Le comenta el vendedor a Babalucas: "Esta máquina le ahorrará la mitad de su trabajo". "Déme dos" -solicita el badulaque... El buen padre Arsilio amonestaba con paternal solicitud a Empédocles Etílez, el borrachín del pueblo. "Di no al alcohol" -le aconsejaba. Y respondía Empédocles: "Yo se lo digo, padrecito, pero él no me hace caso"... Una muchacha le cuenta a otra: "Mi novio me llamó 'ninfomaníaca'". "¡Qué imbécil! -se indigna la otra-. Y tú ¿qué le dijiste?". Responde la muchacha: "Que se largara inmediatamente y se llevara con él a sus 14 amigos"... FIN.