Si algo pasó durante la Semana Santa no me di cuenta. En tales días yo me aparto del mundo y en el campo recobro lo perdido. Encuentro en esa soledad tan bien acompañada lo más difícil de encontrar: me encuentro a mí mismo. Es grato siempre tal encuentro, pues grato es llevarse bien consigo mismo. Aquí estoy otra vez, cuerpo y alma bien amistados, los ojos llenos con las delicias de ese pequeño mundo que es mi mundo. Ni envidiado ni envidioso, igual que el fraile salmantino, regreso a los quehaceres cotidianos. Quehacer, dije, que no trabajo, pues hacer lo que a uno le gusta no es fatiga, sino amable tarea deleitosa. Ojalá mis cuatro lectores queridísimos hayan disfrutado el mismo descanso que tanto gocé yo. Tanto el espíritu como el cuerpo necesitan reposo. Conseguido éste volvamos al oficio. El mío es de juglar. Así, voy a narrar algunos cuentecillos. Mañana será otro día: entonces podremos ocuparnos de otros más serios pensamientos... En la suite nupcial donde pasarán la noche de bodas pregunta el novio a su flamante mujercita: "Dime, Rosibel: ¿eres virgen??. "-¿Para qué quieres saber eso? -pregunta ella con tono de molestia-. ¿Me vas a rezar un rosario??... Decía un señor de edad madura: "Mi esposa y yo tenemos cama de agua. Ella le llama el Mar Muerto?... La señora acababa de dar a luz a su hijo número quince. El médico obstetra, preocupado, llama a su marido y le dice: ?Ya son demasiados hijos los que tienen usted y su señora. ¿No le parece que debería usted usar condón??. "-Doctor -responde el hombre con ceñudo gesto y gran solemnidad-. Los hijos nos los envía el Señor?. "Es cierto -concede el galeno-. Pero también nos envía la lluvia, y nos ponemos impermeable?... La muchacha y el muchacho recién casados se veían exangües y agotados. Fueron a consultar al médico, y un breve interrogatorio sacó a la luz la causa del desfallecimiento: hacían el amor dos veces diarias. El doctor les recomendó una prudente abstinencia temporal, y para asustarlos les dijo que el mucho amor podía llevarlos incluso a la muerte. Ellos guardaron abstinencia por tres días, tiempo durante el cual, para alejar la tentación, la muchacha durmió en la segunda planta de la casa y él abajo. En la noche del cuarto día, sin embargo, ella no pudo más. Anhelante, llena de apasionado amor, fue escaleras abajo hacia su esposo. A la mitad de la escalera encontró al muchacho, que subía. "¡No puedo más, Libidio! -gime ella desesperada cayendo en los brazos de su maridito-. ¡Prefiero morir antes que estar sin ti!?. "¡Qué bueno, Susiflor! -contesta él igualmente emocionado llevándola en brazos hacia la alcoba-. ¡Yo ya venía a matarte!?.... Una muchacha se hallaba en vísperas de contraer matrimonio. "¡Estoy tan nerviosa! -le dice a su mamá-. ¡Tengo tanto miedo!?. "Vaya, vaya -la tranquiliza la señora. No hay ningún motivo de temor. Mira: la primera noche te perfumas, te pones tu negligé...?. "¡No, mamá! -dice la muchacha-. ¡Todo eso ya lo sé! ¡Estoy nerviosa porque no sé cómo se hace la sopa de arroz!?.... "A ver, Pepito -pide la maestra-. Escribe en el pizarrón la cualidad más grande que tengas?. Pepito escribe: "La cualidad más grande que tengo es mi...?. La profesora se indigna. "¡Pepito! -exclama-. ¡Al terminar las clases te quedarás a hablar conmigo!?. Pepito vuelve a su lugar. Al pasar les guiña el ojo a sus compañeritos y les dice en voz baja: "¿Lo ven? ¡La publicidad siempre da resultado!?...FIN.