Tengo el convencimiento de que la cultura general es útil en lides amorosas. Las buenas lecturas dotan de sensibilidad e imaginación, cosas las dos indispensables -además de otras cualidades- para obtener y dar los goces físicos y espirituales que de la plena intimidad derivan. Por eso Babalucas, cuyo escaso caletre es conocido, no destacaba mucho en ese campo, el del amor. Cierto día le hizo a su novia una solicitud de tipo erótico. Ella, que conocía las cortedades de su galán, opuso un argumento: "Hoy no puedo, Baba: se me olvidó tomar la píldora anticonceptiva". "No importa -contesta muy ufano el tonto roque-. Previendo ese olvido yo me la tomé por ti"... Cada vez que voy a Tijuana regreso con una mejor impresión de esa ciudad, cuyo edificio municipal luce un hermoso lema: "Aquí empieza la Patria". En los pasados tiempos tal comunidad fue víctima de circunstancias que por desgracia le dieron mala imagen. Ahora Tijuana es otra cosa: una ciudad moderna, progresista, habitada por gente trabajadora y orgullosa de haber nacido ahí o de haber escogido a Tijuana como lugar para vivir con su familia. Una invitación de Coparmex me permitió ir a Tijuana una vez más. Ángel Martín del Campo, guía gentil y sabio que ama profundamente a su ciudad y la presenta con ufanía de buen hijo, me mostró el creciente desarrollo de la ciudad y me hizo ver lo que Tijuana y los tijuanenses son. Después, en su compañía y en la de otros dos queridos amigos, don Guadalupe Pérez y el licenciado Julio Madrigal, me asomé a otra de las muchas maravillas que Baja California tiene: el Valle de Guadalupe, rica región vitivinícola que me hizo recordar mis andanzas juveniles por la Toscana y la Emilia Romaña, en Italia. Finalmente, tras llenarme los ojos del alma -y el alma de los ojos- con la contemplación del espléndido mar y el sol de ocaso, disfruté en ?El nido?, tradicional y bello restorán de Rosarito, las delicias de la codorniz, el venado y la paradisíaca langosta, que acá vemos como manjar edénico y allá la comen con frijoles, bendito sea Dios. Todo lo tiene Baja California, y son los bajacalifornianos gente de bien y hospitalaria. He de volver a Tijuana, si me porto bien y Diosito decide darme un premio, y otra vez seré testigo de la excelencia de esa comunidad que lucha cada día por ser mejor... La maestra les pidió a los niños que dijeran cuál es el animal más salvaje. Uno dijo que el león; otro que el tigre; uno más citó a la hiena, y hubo quien mencionó al chacal. Pepito declaró con tono de absoluta certidumbre: ?El animal más salvaje que existe es el encabronao?. Preguntó la maestra, desconcertada: ?¿Qué animal es ése??. ?El encabronao ?explicó Pepito- es un animal que tiene dos cabezas, una en cada extremo del cuerpo?. ?No creo que exista ese animal, Pepito ?razonó la maestra-. Si tuviera dos cabezas, como dices, una en cada extremo, ese animal no podría eliminar sus desechos corporales?. ?Por eso está encabronao? ?dice Pepito... Un tipo llevó a su perro con el veterinario. Le cuenta: ?Cometí el error de ponerle como nombre ?Quédate?. Ahora lo llamo: ?¡Ven, Quédate! ¡Ven, Quédate!?. Y creo que ya se volvió loco?... Don Poseidón le pregunta a su hija Rosilí: ?¿Por qué tu novio está contigo tanto tiempo, de modo que se va ya cerca de la medianoche??. Responde con acento romántico la chica: ?Papá: es que me dice todo lo que tiene en el corazón?. Replica el severo genitor: ?Pídele que te diga todo lo que tiene en la cabeza, y así no tardará ni un minuto?... Don Senilio, señor ya muy maduro, casó con Nalgarina, rozagante mujer en flor de edad. Al empezar la noche de bodas ella exclamó con ímpetu gozoso: ?¡Ahora sí, a darle vuelo a la hilacha!?. Muy sentido protesta don Senilio: ?Por favor, no le digas así a mi cosita?... FIN.
