En medio de la noche el señor de edad madura se levantó movido por acuciantes ganas de hacer aguas menores. Ya en el baño no podía encontrar lo que necesitaba para tal efecto. Inclina la cabeza y dice con ternura: "No te escondas. Ella está dormida"... Hay un cuento que en los anales de la sicalipsis figura con cinco pores, es decir cinco equis: XXXXX. En la escala sicalíptica ésa es la máxima calificación, lo cual significa que el supradicho cuento figura entre los de más subido color que hay registrados. ¿Cuál es el nombre de ese chascarrillo? Se intitula: "Malasuerte y Suertepeor". Ese nombre parece el de uno de aquellos cuentos que en edición barata publicaba don Saturnino Calleja con títulos como "Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno", "Gerineldo y Blancaflor", y así. Pero su contenido es por completo diferente, pues de los cuentos de Calleja se podían derivar ejemplos morales de mucha edificación, plausibles, y en cambio este relato es una supina majadería, carente en absoluto de concinidad, que así se llama la armonía, buen orden y elegancia en los conceptos. No sé si publicar la tal historia, pues bien podría ser la última que publicara yo: seguro estoy de que a su aparición la Pía Sociedad de Sociedades Pías pedirá que me vete el mundo, o que el mundo me diga: "Vete", lo cual viene a ser lo mismo. Prometo, sin embargo, que venceré el temor, y en día próximo sacaré a la luz el decantado cuento. Esperen mis cuatro lectores, pues, la publicación en este mismo espacio de "Malasuerte y Suertepeor", y juzguen si es procedente mi hesitación en darlo a conocer... Doña Gorgolota regresó de un viaje. Su hijo más pequeño le dice muy contento. "¡El viernes papi y mí dormimos en la misma cama!". La linda criadita de la casa lo corrige: "El viernes papi Y YO dormimos en la misma cama". "No -la corrige a su vez el niño-. Lo de ustedes fue el sábado"... Es difícil entender por qué el PAN dejó de difundir los textos en que se decía que López Obrador es un peligro para México. El Instituto Federal Electorl autorizó la difusión de esos anuncios, y aun así de propia voluntad el PAN ahora los retira. Quizá esa acción responde con buena voluntad al llamamiento que hizo el presidente del IFE para que los partidos lleven a cabo campañas propositivas. Sin embargo es verdad lo que en tales anuncios se decía: AMLO es un riesgo para México, y graves daños pueden venir al país si gana la elección, lo mismo si intenta cumplir sus desorbitados ofrecimientos que si deja de cumplirlos y su clientela electoral le reclama tal incumplimiento. No está preparado el candidato perredista para ser un buen Presidente de México. Es un mal administrador; las obras de relumbrón que llevó a cabo en el DF no sólo son de poca utilidad para la mayoría de la gente a la que gobernó, sino además endeudaron al Distrito Federal en modo grave. Enemigo de la transparencia, López Obrador ha propiciado formas de corrupción muy grandes. Populista, incurre en la inmoralidad de hacer promesas desmesuradas con tal de ganar a como dé lugar el voto de la gente, aunque después la deje en la estacada. Al suspender la difusión de aquellos anuncios el PAN falta a su deber de orientar el voto de los ciudadanos. Eso a mi juicio es un error que puede costarle caro. La luz no es para ocultarse bajo el celemín, y menos cuando se puede mostrar lícitamente... Viene ahora un cuento que no entendí cuando me lo contaron... Aquel señor llegó con hambre a su casa, y se encontró con que su mujer aún no había preparado la comida. "¡Quiero comer!" -gritó con fuerte voz. Instantes después llegó la señora a todo correr, muy ansiosa y sin nada de ropa encima. La ve el señor y exclama con enojo: "¡Carajo! A más de ser irresponsable ¿tampoco oyes bien?"... (No le entendí)... FIN.