El niñito le pregunta a su papá: ?Papi: ¿es muy frío el Círculo Polar Ártico??. Responde hosco el señor: ?Pregúntale a tu mamá. Ella tiene uno?... A muchos mexicanos Andrés Manuel López Obrador les inspira miedo. Lo consideran un peligro para México. Y ciertamente no es infundado ese temor: nuestro país no es todavía un país de instituciones sólidas, ni en él privan aún ese orden y esa seguridad que derivan del apego de todos a la ley. Por tanto la nación es vulnerable a los caprichos de un gobernante con el perfil de AMLO, autoritario, de voluntad mesiánica y con tendencias al caudillismo populista. Pero si López Obrador provoca esa inquietud más la motivan algunos grupos que forman sus partidarios, grupos cuyos integrantes seguramente votarán por él. Son esas hordas ?la palabra, aunque fuerte, es adecuada- que han bloqueado las carreteras de acceso al Distrito Federal y han cerrado a la circulación las calles más céntricas de la Ciudad de México para apoyar a los hombres violentos de San Salvador Atenco. Esas turbas cobrarán fuerza si llega al poder López Obrador, pues para AMLO son ?el pueblo?; para ellos gobernará desde la Presidencia, y los prohijará; será tolerante con ellos y dejará sin castigo sus excesos. Quienes hacen de la violencia su método de vida, quienes no tienen más oficio que aprovechar la pobreza de la gente para hacer de ella un instrumento de presión social, tendrán valimiento. Sucesos como los del DF se multiplicarán por todas partes. Es evidente que los partidarios de López Obrador están llevando a cabo actos de provocación. Buscan que en los enfrentamientos entre sus acarreados y la policía corra sangre, de modo que eso sirva al interés político del candidato perredista. El juego sucio es parte de sus métodos. Saben que pueden conseguir ganancia cierta sea cual sea la respuesta de la autoridad a sus provocaciones: si se aplica la ley y se mantiene el orden público la autoridad será tachada de represiva; si se atienden las indebidas demandas de los manifestantes la autoridad será culpable de lenidad a los ojos de la ciudadanía. Sea cual fuere el resultado de tales manifestaciones, AMLO llevará agua a su molino. Por eso no condena las burdas acciones de esa gente; por eso no hace una reprobación expresa de la violencia como práctica política. No es un hombre de leyes López Obrador. De eso ha dado muestras claras. Y poner en la Presidencia a un hombre que no siente respeto por la ley es abrir la puerta a un régimen de inseguridad que dañaría a todos... Los socios del Club de Observadores de Aves salieron al campo guiados por un ornitólogo famoso. Vieron un pájaro de plumaje gris, y dice el sabio: ?El macho y la hembra de esta especie son absolutamente iguales. Hay, sin embargo un método seguro para distinguirlos: si el ave come gusanos hembras es macho; si come gusanos machos es hembra?. Pregunta uno de los socios: ?¿Y cómo sabremos si el gusano es hembra o macho??. ?No lo sé ?responde el ornitólogo-. Yo sólo soy experto en aves?... Himenia Camafría, madura señorita soltera, entró en la tienda de un anticuario. Cansada, se sentó en una silla. ?Cuidado ?le advierte el de la tienda-. Eso en que está usted sentada tiene 70 años?. ?Se equivoca usted, caballero ?replica con ofendida dignidad la señorita Himenia-. Todavía no tengo ni 40?... Cuando Tarzan llegó a su casa pasaba ya la medianoche. Jane, su mujer, estaba hecha una furia, y no le quería abrir la puerta. Le dice el Hombre Mono: ?Si no me abres me iré a una casa de Chitas?... En el baile de la tercera edad un otoñal señor saca a bailar a una madura dama, y para empezar la conversación le pregunta: ?Y dígame: ¿vengo aquí seguido??... FIN.
