A pesar de que viajaba con su esposa, el atrevido sujeto que ocupaba la litera de arriba en el tren se asomó a la de abajo, ocupada por una guapa chica. "-Perdone, señorita -se disculpa fingiendo confusión-. Es que tengo la costumbre de asomarme todas las noches abajo de mi cama, y me dejé llevar por ese hábito. Imagínese la sorpresa que me llevé?. "-Ya lo creo -responde la muchacha-. Supongo que es la primera vez que encuentra usted una mujer abajo de su cama?... Nargalisa estaba muy plana por detrás. Le dice al pasar un majadero: "-Oye, chica: ¿te sentaron cuando todavía estabas fresca??... El galán no pudo ponerse en aptitud de expresar a su compañera su vehemente amor. Le pregunta ella: "-¿Qué te pasa??. Explica él: "-Hoy en la mañana puse la llave en la cerradura del coche y se me quedó atorada. En la oficina quise afilar un lápiz y se me quedó atorado en el sacapuntas. Después intenté destapar un tubo con un desarmador y también se me quedó atorado. Con esa mala racha estoy algo nervioso?... El adolescente le pregunta a su padre: ?¿Por qué si tú eres completamente lampiño yo tengo bigote??. Responde hosco el señor: ?Es que saliste a tu mamá?... Una mujer se presentó ante el juez. Quería divorciarse de su esposo, dijo. El juzgador le preguntó: ?¿Qué causal invoca usted para solicitar la disolución del vínculo matrimonial??. Responde la mujer: ?Adulterio?. ?¿Adulterio?? ?repite el juez. ?Sí ?confirma la mujer-. Ninguno de mis cuatro hijos es suyo?... La muchacha pasó por su novio en su automóvil. Él subió al coche, presuroso, besó a la chica con pasión y le dijo respirando agitadamente: ?¡Cómo te deseo, Susiflor! ¡Ya quiero desvestirte, llevarte a la cama y hacerte el amor con locura!?. ?Espera? ?le dice ella, nerviosa. ?¿A que lleguemos al motel?? ?inquiere el galán, febricitante. ?No ?contesta Susiflor-. Espera a que dejemos en la casa a mis papás, que vienen en el asiento de atrás del coche?... Un individuo iba por la calle y le salió al paso una muchacha de la vida alegre. Le dice ella: ?Si traes mil pesos podrás pasar conmigo un agradable rato?. Replica el tipo: ?Soy casado?. Pregunta la muchacha: ?¿Y eso qué tiene qué ver??. Contesta el sujeto: ?Mi esposa me cobra 500?... Los ciudadanos tenemos la impresión de que la autoridad está perdiendo terreno en la lucha contra la delincuencia. Cada vez la violencia del narcotráfico es mayor. El crimen organizado cuenta con armamento de mayor poder y más moderno que la policía. Las filas de los criminales se nutren ahora con desertores del ejército y con gente salida de las corporaciones policiacas. Estamos llegando a situaciones tales como las que afrontó Colombia. Nada refrena ya a los delincuentes, que a plena luz del día se enfrentan unos a otros y que ejercen sus venganzas en lugares públicos, con pérdida de vidas de inocentes. Se ha instaurado un poder que la autoridad pública es incapaz de reprimir. La creciente inseguridad agobia a los ciudadanos; la vida comunitaria está llena de riesgos. Tal es el fruto de la impunidad, el resultado de la lenidad con que la gente de mal vivir ha sido tratada por virtud de un sistema legal deficiente y de órganos de la justicia caídos en la corrupción... Joe Fluffyprick era levantador de pesas. Un día que entrenaba en su casa llamó a su esposa y le dijo lleno de orgullo que acababa de romper su propio récord: había levantado 120 kilos. Pregunta con hosco acento la mujer: ?¿Cómo puede ser que levantes eso y no puedas levantar aquello??... (No le entendí)... FIN.
