Un individuo presentó denuncia contra otro que lo había golpeado. ?Y para colmo ?decía- me golpeó porque estuve de acuerdo con él en una cosa. En reunión de amigos presumió de que su esposa follaba muy bien, y yo dije que sí, que era muy cierto?... La palabra ?groggy? es un lindo modismo del idioma inglés. ?Groggy? quiere decir algo así como aturdido, atontado, en estado de confusión, aturrullado. En la actualidad esa voz pertenece principalmente al slang del boxeo: del púgil que recibe un fuerte golpe y anda por el ring trastabillando, cae que no cae, se dice anda groggy. Sin embargo la palabra ya se usaba desde el siglo 18 en Inglaterra. Viene de otro vocablo, ?Grog?, acuñado por la marinería inglesa en homenaje a sir Edward Vernon, almirante de la armada británica, quien tuvo la feliz ocurrencia de ordenar que se diera a los marinos, como parte de su alimentación diaria, una ración de ron diluido en agua. Este sir Edward vestía una casaca hecha de ?grogram?, tela basta y resistente, y por eso se le llamaba ?Old Grog?. De ahí la palabra ?groggy?, usada al principio para nombrar a los borrachos, y luego para designar a todos los que por cualquier causa se ven turulatos o alelados. Pues bien, así se mira ahora López Obrador. Anda groggy, se le ve turulato, aturrullado, confuso, alelado, aturdido y atontado. Eso de llamar un día ?pelele? y ?títere? al Presidente, y al día siguiente pedirle ?con todo respeto? que lo reciba en audiencia personal ?para serenar los ánimos? es una supina necedad que sólo sirve para dar idea del estado de nerviosismo, y aun desesperación, de AMLO y sus asesores, que no pueden asimilar los resultados de las últimas encuestas. Voluble y tornadizo es López Obrador, y cambia de humor y de talante igual que cambian las veletas. Soberbio y arrogante en un principio, se muestra ahora sumiso con aquéllos a quienes antes despreció. Decía pestes de los empresarios, se negaba a hablar con ellos, y luego se le vio muy arregladito, como niño peinado por mamá, acudiendo de la mano de Muñoz Ledo a una cita con los señores del dinero. Menospreciaba a los medios de comunicación; rehuía las entrevistas. Hoy las busca con humildad obsequiosa, y hasta se las arregla para lograr que algunos de sus entrevistadores lo ayuden a lucirse, le pongan el torito en suerte y no le hagan preguntas comprometedoras ni le recuerden cosas que los mismos entrevistadores descubrieron. Equivocó sus tácticas López Obrador, y ahora que de la noche a la mañana pretende meter freno para cambiar de rumbo, su actitud aparece oportunista y engañosa, y él se mira como político mendaz, o sea falso e insidioso. Le pide al Presidente que no intervenga en el proceso electoral y enseguida le solicita que lo reciba. No advierte AMLO que si Fox accediera a su peregrina demanda tendría también que recibir a los otros candidatos, y así sería tachado de intervenir en el proceso electoral. Lo dicho: López Obrador anda groggy. No sabe ya qué hacer, si alguna vez lo supo. Todos sus defectos y fragilidades están apareciendo en forma clara, de modo tal que quienes lo asesoran y aconsejan están muy preocupados, y sus simpatizantes tienen cada día mayor problema para explicarse la conducta de su candidato. Ya sólo el fanatismo dogmático, el ciego espíritu de facción o la absoluta inconsciencia dejan de ver las graves fallas de personalidad y los supinos errores políticos de López Obrador... La hija adolescente le pregunta a su papá. ?Papi: ¿es cierto que a los hombres se les conquista por el estómago??. ?Es absolutamente cierto, hijita ?confirma el señor-. Yo me casé con tu mamá porque le empezó a crecer el suyo?... FIN.
