Afrodisio Pitoncio, sujeto lúbrico y salaz, enamoraba a Dulcilí, muchacha ingenua, y le pedía con obstinación que le entregara el íntimo tesoro de su doncellez. Ella se resistía, pues guardaba esa preciada joya para entregarla en el tálamo de bodas al hombre a quien daría el dulcísimo título de esposo. Pero el torpe galán renovaba sus instancias con erótico denuedo. Ella le dijo al fin, solemne: "Afrodisio: antes de tener sexo deberemos casarnos". Responde el tal Pitoncio: "Entonces ya llevamos avanzada la mitad del camino. Yo soy casado"... Un joven ejecutivo le comenta a otro: "Esto de vivir en tu propio departamento tiene sus problemas. Lavar los platos, arreglar tu cuarto, barrer los pisos, aspirar la alfombra... Y al mes tienes que volver a hacer lo mismo otra vez"... Una muchacha contaba, gemebunda: "Aquella noche traía yo una blusa con botones por atrás, y se desabrochó uno. Le pedí a mi novio que me abrochara. ¡Y lo hizo!"... ¿Cuál es la diferencia entre el Cielo y el infierno? En el Cielo la policía es inglesa, el cocinero es francés, los mecánicos son alemanes, los amantes son mexicanos y la administración es suiza. En el infierno la policía es alemana, el cocinero es inglés, los mecánicos son franceses, los amantes son suizos y la administración está a cargo de mexicanos... Lord Feebledick, maduro caballero, y su esposa lady Loosebloomers fueron a pasar su vacación anual en un lugar de veraneo al sur de España. En la playa le dice lord Feebledick a su mujer: "La fuente de energía del futuro no será la nuclear, ni el petróleo, ni el carbón. Será la energía solar". "No lo creo" -duda Lady Loosebloomers. "¿Por qué?" -pregunta Feebledick. Replica con sequedad milady: "Porque ya llevas una semana asoleándote, y no veo que hayas agarrado ninguna energía"... Babalucas estaba charlando con amigos. Surgió en la conversación un tema interesante: cuál es el invento más grande en la historia de la humanidad. Opinó uno: "Pienso que es la máquina de vapor. Liberó una fuerza importante de la naturaleza, y así dio paso a la época moderna". Dijo otro: "Yo creo que el invento más grande es el automóvil. Permitió que el hombre viajara fácilmente, y así aumentó su rango de conocimientos". Interviene Babalucas: "Yo creo que el invento más maravilloso en la historia de la humanidad es el termo". "¿El termo? -repiten los otros sin entender-. ¿Por qué?". Razona Babalucas: "Porque si en el termo pones algo caliente el líquido sigue caliente, y si pones algo frío permanece frío". Inquieren los otros: "Y eso ¿qué tiene de maravilloso?". Responde Babalucas con expresión admirativa: "El termo ¿cómo sabe?"... Mr. Klutz Babbitt, pilar de la comunidad en un pequeño pueblo del sur de Estados Unidos, fue a una convención en Nueva York. Ahí buscó una elegante casa de mala nota de la cual le habían hablado, donde el cliente podía tener toda clase de experiencias eróticas. La madama del local lo conduce a una habitación y le informa: "La última novedad que tenemos en nuestro catálogo es el estilo vaquero. ¿Quiere usted conocerlo?". "No sé cómo sea eso -responde Babbitt-, pero me gustaría probar". "Desvístase" -le pide la mujer. El tipo obedece. Repite la daifa su pregunta: "¿De veras le gustaría hacerlo estilo vaquero?". "Sí, me gustaría" -responde Klutz. "Muy bien -dice la mujer-. Agáchese". El individuo dobla el cuerpo, y la madama procede a atarlo a la cama de modo que no se podía mover. "¿De veras -repite por tercera vez la pecatriz-, quiere usted hacerlo estilo vaquero?". "Definitivamente" -replica Babbitt ya intrigado. Entonces la mujer se vuelve hacia la puerta y grita: "¡Vaquero¡"... FIN.
