Por CATÓN
Un tipo iba a su casa, y fue detenido en la esquina por una chica de tacón dorado. Le propuso la perendeca: "Por 500 pesos te haré pasar un agradable rato". Contesta el tipo: "No me interesa. Soy casado". Pregunta la fulana: "¿Y eso qué tiene qué ver?". Responde el individuo: "Mi mujer me cobra 400"... Babalucas llegó a una farmacia y pidió un desodorante rectal. Le dice con extrañeza el encargado: "No existen los desodorantes rectales". "Sí existen -declaró con firmeza el badulaque-. Hace un mes compré uno aquí mismo". El de la farmacia le sugirió que le llevara el envase del desodorante, y Babalucas fue por él. Era un desodorante común y corriente. Pregunta el farmacéutico: "¿Por qué dice usted que este desodorante es rectal?". Replica el tonto roque: "Lea usted la etiqueta". Leyó el hombre. La etiqueta decía: "Empújese por abajo"... El Diluvio ya iba a comenzar. Noé acabó de construir su arca y puso una pasarela para que por ella entraran los animales, macho y hembra. Advirtió el patriarca que una de las criaturas entraba sola. Le preguntó: "¿Y tu pareja?". "No tengo" -contestó el animalillo. "¿Cómo que no tienes? -se enojó Noé-. Todos los animales tienen su pareja". "Yo no -respondió éste-. Soy la solitaria"... El cirujano le informó a su paciente: "Le tengo dos noticias: una mala y una buena. La mala es que la operación que le voy a hacer es sumamente peligrosa: de cada 100 pacientes solamente uno se salva". "¡Ánimas benditas! -deprecó el infeliz, que en momentos de apuro solía recordar jaculatorias de piedad-. Y ¿cuál es la buena noticia, doctor?". Responde el facultativo: "Mis 99 ya murieron. Usted es el número 100, de modo que no tiene motivo de preocupación"... La joven recién casada le reclama muy disgustada a su señora madre: "Las cosas que te cuento son nomás entre tú y yo, mamá. Ayer te platiqué algunas intimidades de mi matrimonio, y hoy ya las sabe todo el vecindario. ¿No sabes guardar un secreto?". "¡Claro que sé guardar un secreto! -responde la señora con ofendida dignidad-. ¡Las que no saben guardar secretos son las viejas chismosas a las que se los cuento!"... Para poner en apuros a Pepito su mamá le pregunta delante de Rosilita, la pequeña amiguita del chiquillo: "Dime, Pepito: ¿tienes novia?". "¡Claro que no! -contesta el niño con enojo-. ¡Guácala!". Y así diciendo escapa a todo correr. Con sonrisa cómplice le dice Rosilita a la señora: "Ellos son los últimos en saberlo, ¿verdad?"... Cierto sujeto conoció a unas hermanas siamesas en el bar. Ellas lo invitaron a su departamento, y ahí le hicieron el amor salvajemente. Luego le ofrecieron llevarlo de regreso. Por el camino las mujeres iban manejando el coche a 200 kilómetros por hora. Cuando un patrullero las detuvo las hermanas sacaron una metralleta y ante el espanto de su acompañante rociaron de balas al agente. Al dejar al asustado sujeto le pregunta una de las siamesas con voz dulce: "No te olvidarás de nosotras, ¿verdad?"... He aquí diez frases que una esposa jamás oirá decir a su marido: 1-. "Tienes razón, mi vida: yo estaba equivocado". 2-. "¡Qué bueno que tu mamá vendrá a pasar unos días con nosotros!". 3-. El vestido te queda muy bien, cielo; cómpratelo". 4-. "¿Futbol? No; mejor vamos a ver esa telenovela que te gusta". 5-. "Creo que ya no deberías ponerte a dieta, mi vida. Ya te ves como esas muchachas que salen en Playboy". 6-. "No. Tú lavaste los platos anoche; ahora me toca a mí". 7-. "Es cierto lo que dices: Brad Pitt es muy guapo". 8-. "¡Feliz aniversario de bodas!". 9-. "Hace mucho que no salimos de compras. Vamos, y usa la tarjeta con toda libertad". 10-. "No, mi amor; no quiero sexo. Quiero ternura. Esta noche lo único que necesito es sentir tus brazos alrededor de mí"... FIN.
MIRADOR
Por Armando FUENTES AGUIRRE
HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Caín sintió envidia de su hermano Abel. Un día le dijo:
-Salgamos al campo.
Y aconteció que estando ellos en el campo se levantó Caín contra su hermano y lo mató. Con una quijada de burro lo golpeó en la cabeza y lo mató.
En eso pasaban por ahí dos hombres. Le dijo uno al otro lleno de inquietud:
-Veamos si Caín no se lastimó la mano cuando golpeó a Abel.
El Génesis omite el dato, pero tal es el origen de los especialistas en derechos humanos, que a veces se preocupan menos de la víctima que del victimario.
¡Hasta mañana!..
