Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

Por CATÓN

Aquel señor murió a consecuencia de una sobredosis de Viagra. ¡Lo que batallaron para cerrar la tapa del ataúd! (No le entendí)... Un oficial de policía envió a su esposa y a su hijo a una playa. Al cabo de una semana se reunió con ellos. Como tenía ya siete días -con sus noches- sin estar con su mujer, llegó poseído de urentes ansias amorosas, y de inmediato le pidió concúbito. "El niño está despierto y puede vernos" -respondió la mujer con un perfecto endecasílabo. El hombre, que no quería quedarse atrás en eso de la métrica, le sugirió: "¿Te parece si vamos a la playa? Haremos nuestro tálamo en la arena". Fueron, pues, y en un paraje solitario se entregaron al deliquio de la pasión frente al inmenso piélago. En eso estaban cuando llegó un guardián del orden público. "Eso no se puede hacer aquí" -les dijo. "¡Carajo! -se molestó el marido-. ¡Yo ya estaba pudiendo!". Manifestó el estólido genízaro: "Tendrán que acompañarme a la comisaría". Le dice el hombre: "No compliquemos esto. Además yo también soy policía. Deberías tener conmigo alguna consideración". "Contigo la tendré -concede el guardia-. Puedes irte. Pero la tía ésta tendrá que acompañarme: en lo que va de la semana ya son siete las veces que la he pescado haciendo esto en la playa"... No puede ser que la política se vuelva mujer pública. Todo se quiere arreglar ahora con manifestaciones y asambleas callejeras que no tienen representatividad alguna, mentidos escenarios para que unos cuantos se sientan ungidos por el efímero óleo de lo popular. Bien saben quienes convocan a esas reuniones multitudinarias que de ellas no puede salir ningún acuerdo razonado. Todo se vuelve discursería que busca el aplauso y vocerío de la gente. Uso un antiguo sustantivo que la Academia ya ni como arcaísmo registra en su copioso diccionario, y digo que esas concentraciones son para la muchedumbre un acto colectivo de manustupración, o sea de estéril onanismo. Por su parte los cabecillas que organizan esos encuentros los usan como medio de presión; son en verdad actos de fuerza, instrumento de quienes propician la violencia en vez del diálogo, porque no quieren solucionar un conflicto, sino pretenden obtener una ventaja o conservar un privilegio. El día que todos nos pongamos a trabajar y busquemos la solución de nuestras diferencias por los medios e instancias determinados por la ley, ese día veremos estas manifestaciones como curiosas muestras de un pasado que de no haber sido tan pernicioso habría sido bastante pintoresco... Acaba de salir al mercado un nuevo condón supersensible. Al terminar, tú te duermes y él le platica... Capronio, sujeto ruin y desconsiderado, fue a confesarse con el padre Arsilio. "Me acuso, padre -le dice- de que anoche me froté con una mujer". "De penitencia -le indica el sacerdote- rezarás diez padrenuestros y dejarás 100 pesos de limosna". "Pero, padre -protesta el tal Capronio-. No entré a esa mujer; solamente me froté con ella". "Nada importa -repite el padre Arsilio-. Para efectos de la penitencia frotar y entrar es lo mismo. Ya lo enseñó Varrón: ?Porta itineri longissima est?. El paso más largo del camino es el primero. Lo dicho: diez padrenuestros y 100 pesos de limosna". Sale Capronio del confesionario. Bajo la mirada vigilante del padre Arsilio reza los diez padrenuestros, y luego restriega con un billete de 100 pesos la parte superior de la caja donde se echaban las limosnas. "¡Eh! -le dice desde su asiento el padre Arsilio-. ¡El billete no entró en el cepo! ¡Solamente lo frotaste con él!". "Nada importa -replica el individuo-. Para efectos de la penitencia frotar y entrar es lo mismo"... FIN.

MIRADOR

Por Armando FUENTES AGUIRRE

Sobre la noche del desierto la luna pone su media luna como tajada de un fruto hecho de luz.

Voy por la carretera en mi automóvil y salgo del camino para mirar la maravilla. No hay estrellas ni nubes en el cielo. La luna está en perfecta soledad. Con su fulgor las montañas dibujan su silueta, y abajo el mundo se vuelve misterioso.

Un minuto dura la magia nada más. Quizás en eso consiste la belleza: en su inclemente brevedad. Si pudiera conservar estos instantes aún llevaría en mí esa alba noche y esa silente luna. Sin embargo también los recuerdos son efímeros y sufren las acechanzas del olvido. Olvidaré esta noche y esta luna. ¡Tantas cosas nocturnas y lunadas he olvidado! Pero ahora me pertenece la memoria, y aquí la dejo para que por lo menos esto quede de la noche, de la luna y de mí.

¡Hasta mañana!..

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 240617

elsiglo.mx