Por CATÓN
Un irlandés entró en un pub de Londres. El cantinero le dice: "¿Puedo ofrecerle algo?". "Claro que sí -responde el tipo-. Un whisky". El barman se lo sirve; el irlandés lo bebe de un trago y después de dar las gracias se levanta para irse. "Oiga -le dice el tabernero-. No pagó usted el whisky". "Ni tengo por qué pagarlo -alega el de Eire-. Usted me preguntó si podía ofrecerme algo. Yo acepté su ofrecimiento, y se lo agradecí". El del bar, mohíno, se dio cuenta de que había caído en una trampa. Pero se desquitó: agarró al sujeto y lo arrojó a la calle. Pasó una semana, y he aquí que el irlandés regresó al pub. Muy campante se instaló en la barra, como la vez pasada. "Oiga -le dice el cantinero, ceñudo-. ¿No es usted el mismo que hace una semana se bebió un whisky sin pagar, y lo arrojé a la calle?". "Jamás he estado aquí" -replica con desparpajo el irlandés. El cantinero, confuso, se rasca la cabeza. Dice: "Entonces debe tener usted un doble". "Gracias -contesta el irlandés-. Que sea de whisky, por favor"... ¡Hoy! Sí, hoy domingo a las 13 horas, en la sala C de Cintermex, dentro de la Feria Internacional del Libro, en Monterrey, presentaré personalmente, en vivo -más o menos- y a todo color, mi más reciente obra, "Juárez y Maximiliano: la roca y el ensueño". Compartiré contigo, querido lector regiomontano, lectora amada regia, anécdotas y picardías, recuerdos de mi vida, visiones inusitadas de la historia mexicana. Diré por qué, si Juárez no hubiera muerto, todavía sería Presidente, y narraré el drama y la comedia de aquel Segundo Imperio, el de Maximiliano, tan lleno de colorido y de tragedia. ¡Ahí nos veremos! ¡Y ahí, junto con Diana, mi insigne casa editorial, te daré las gracias por ser uno de mis cuatro lectores!... A una escuela de Liverpool llegó una nueva maestra. Para congraciarse con los niños les dijo que era fanática del Liverpool. "Levanten la mano -dijo- los que sean también fans del Liverpool". Todos los niños la levantaron, menos una pequeñita. La maestra le preguntó, asombrada: "¿Tú no eres del Liverpool?". "No -responde la niña con determinación-. Mi equipo es el Manchester United". "¿Cómo? -exclama la profesora, estupefacta-. ¿Por qué eres del United?". Explica la niñita: "Porque mi mamá es de Manchester". "Ya veo -responde la maestra-. Pero no tienes por qué ser todo lo que sea ella. Vamos a suponer que tu mamá fuera prostituta. Tú, ¿qué serías?". Responde la chiquilla: "Sería fan del Liverpool"... El rabino Lamden estaba orando en la sinagoga cuando escuchó en la fila del fondo una encendida discusión. Los que debatían eran Jacob Ganeff y Abram Shlemiel. Jacob sostenía que el negro era un color, y Abram lo negaba. "¿Qué sucede? -les pregunta el rabino-. Estamos aquí orando, y nos interrumpen con su discusión". "Perdónenos, rabino -se disculpa Ganeff-. Usted, con su gran sabiduría puede ayudarnos a terminar nuestro debate. Díganos: el negro ¿es o no un color?". Contesta el rabino: "En este momento no puedo citar el texto pertinente, pero estoy seguro de que los judíos consideramos que el negro es un color. Ahora déjenme seguir con la oración". Poco después volvió a oírse una nueva discusión entre Jacob y Abram. De nuevo va el rabino a reprenderlos. "Discúlpenos usted -repite Ganeff-. Ahora estamos discutiendo si el blanco es o no un color". Con impaciencia dictamina el rabino Lamden: "Del blanco pensamos lo mismo que del negro: también es un color". "¿Lo ves? -se vuelve triunfalmente Ganeff a Schlemiel-. ¡El televisor que te vendí es de colores!"... FIN.
MIRADOR
Por Armando FUENTES AGUIRRE
HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Adán estaba triste.
Pero entonces Dios hizo a la mujer, y aquella tristeza desapareció.
Luego sucedió el afortunado incidente de la manzana, y el Señor expulsó del Paraíso a Adán y Eva.
Pensó el Creador que el hombre iba a andar triste. No fue así.
-¿Por qué te veo alegre? -le preguntó-. ¿No sufres? ¿No extrañas los gozos y delicias del Paraíso Terrenal?
-Señor -le contestó él-. Voy a explicarte algo. Para los hombres un paraíso sin la mujer amada es un infierno, y cualquier infierno con ella es un edén.
¡Hasta mañana!..