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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

Por CATÓN

En el club de golf la señora acudió a la enfermera. "Me picó una avispa" -le dice. Pregunta la mujer: "¿Dónde exactamente le picó?". Contesta la señora: "Entre el hoyo uno y el dos". Indica la enfermera: "Esa parte del cuerpo se llama ?perineo? o ?periné?"... Pepito fue en autobús al zoológico con su papá. Llegaron a la jaula donde estaba el león, y el señor aleccionó al chiquillo: "He aquí el rey de la selva. Es tan feroz que si se saliera de la jaula me haría pedazos en un instante". Pregunta Pepito: "Si eso sucede ¿qué camión tomo para volver a casa?"... Alguien no está haciendo bien su trabajo en la carretera Saltillo-Monterrey. De otra manera no se explica que las obras de arreglo de esa vía estén provocando que los conductores tarden a veces hasta cuatro horas en hacer un trayecto que ordinariamente toma 50 minutos. Quien dirige esas obras lo está haciendo con torpeza, o la autoridad responsable no ejerce vigilancia sobre ellas, el caso es que ya duran varios meses los problemas de todo orden provocados por esos trabajos mal planeados y peor cumplidos. Primero fue el tramo de Monterrey a Saltillo el que presentaba esos inconvenientes; ahora es la dirección inversa. La situación es verdaderamente insoportable. Las filas que se forman para poder cruzar el estorbo que aquellas obras causan son a veces de decenas de kilómetros de largo, habida cuenta de que esa carretera es seguramente la de mayor tránsito pesado en la República. El problema se agrava por la mala señalización, la nula orientación a los usuarios y la falta de adecuada vigilancia para evitar que los impacientes conductores formen hasta tres filas antes de tomar el único carril que permite el paso por ahí. Se ha vuelto un calvario ir de Saltillo a Monterrey; las molestias y perjuicios que se sufren son mayúsculos. El pasado sábado debía dar yo una conferencia en la Facultad de Medicina de la universidad nuevoleonesa. Emprendí el viaje desde Saltillo con dos horas y media de anticipación, previendo aquel trastorno. Mi cita era a la una de la tarde. A esa hora apenas había recorrido la mitad del camino, y las filas de vehículos que se extendían frente a mí estaban detenidas hasta donde se perdía la vista. Calculé que a ese paso iba a necesitar dos horas más para llegar a Monterrey, de modo que ya no llegaría a tiempo. Como pude tomé el primer retorno y regresé a Saltillo. (Mis disculpas al doctor Hernández y a los futuros médicos). Y eso me sucedió en fin de semana, cuando se supone que el flujo de vehículos es considerablemente menor. Los organismos de la iniciativa privada se han quejado ya de esto; los hospitales dan cuenta de lamentables hechos causados por la forzada lentitud de las ambulancias que deben trasladar enfermos o heridos a hospitales de Monterrey; pero nadie da oídos a las protestas. Lo que sucede en esa carretera parece una calamidad de la naturaleza, que nadie puede remediar. Debería el secretario de Comunicaciones y Transportes dar atención a este asunto, ya que ninguna autoridad local pone interés en que las obras se lleven a cabo con más rapidez, mayor eficacia y menor perjuicio para los usuarios... Y paso a otro tema, porque ya estoy muy encaboronado... Babalucas comenta en una fiesta: "Ahora hago pintura abstracta". Le pregunta alguien: "¿Qué materiales usas?". "Ninguno -replica el badulaque-. Ya dije que es pintura abstracta. Nada más la pienso"... El señor le propone a su esposa: "¿Qué te parece si hoy en la noche ensayamos una posición distinta?". "¡Estupendo! -se alegra la señora-. ¡Tú te pones en el fregadero de la cocina lavando los platos, y yo me pongo en el sofá de la sala viendo la televisión!"... FIN.

MIRADOR

Por Armando FUENTES AGUIRRE

Hu-Ssong preguntó a sus discípulos:

-¿Quién es el hombre más feliz?

Dijo uno:

-El que tiene mucho.

Opinó otro:

-El que puede mucho.

Manifestó un tercero:

-El que sabe mucho.

Y declaró Hu-Ssong.

-El hombre más feliz es el que da felicidad a los demás. Ni el tener, ni el poder ni el saber sirven de nada si no se aplican a la tarea del bien. En eso, en hacer el bien, consiste la verdadera felicidad.

Los discípulos entendieron la lección: sin amor el tener es pobreza, el poder es debilidad, y el saber es ignorancia.

¡Hasta mañana!..

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