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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

POR ARMANDO CAMORRA (CATÓN)

Decía una señora a sus amigas: "Mi marido tenía el cuerpo de un atleta. Ahora de eso ya nada más le quedan los pies?... Un inmigrante italiano llegó a vivir en Nueva York. Su hijo lo llevó al Yankee Stadium a presenciar un juego de beisbol en el que participarían las grandes estrellas del ayer. Jamás en su vida había visto el italiano un juego de pelota. En la primera entrada Mickey Mantle conectó un hit. "¡Corre, Mickey, corre!? -grita entusiasmado el señor. En la segunda entrada Roger Maris pegó un doble. "¡Corre, Roger, corre!? -grita otra vez el inmigrante. En la tercera entrada llega a batear Joe DiMaggio. El pitcher le da base por bolas. DiMaggio tira el bate con displicencia señoril. "¡Corre, Joe, corre!? -empieza a gritar ansiosamente el italiano. "No debe correr, papá -le informa su hijo-. Tiene cuatro bolas?. "-¡Ah! -exclama el señor lleno de admiración-. ¡Entonces que camine con orgullo!?... Solicia Sinpitier, madura señorita soltera, entró en la tienda de departamentos. "Perdone -preguntó al encargado-. ¿Hoy es la venta de los empleados??. "Sí -responde el otro-. Hoy empieza?. ?Muy bien -dice la señorita Sinpitier-. Quiero aquel moreno de ojos verdes?... Viene ahora una profunda reflexión. Las personas que no gusten de leer profundas reflexiones pueden saltarse hasta el siguiente cuento... El hombre es capaz de grandes maravillas, y de estupideces formidables. Lo mismo es Mozart que Hitler; igual hace la guerra que la vacuna contra la poliomielitis; tanto puede crear el Holocausto como el frágil milagro de la paz. Entre las grandes torpezas de nuestra actualidad -y hay muchas- debemos contar la aberrante idea de levantar un muro que dividiría aún más a México y los Estados Unidos. A la notoria inhumanidad de ésa que yo llamaría ?Cortina del Dólar? se añade su absoluta inutilidad. Quien conozca a los mexicanos, sobre todo a los mexicanos pobres, sabrá que si a un camello le resulta difícil meterse por el ojo de una aguja, para un mexicano eso es empresa fácil. Ya pueden los estadounidenses poner muros más altos que el de Berlín y murallas más anchas que la de China: los mexicanos, como la humedad, seguirán filtrándose a través de todas las paredes. Por eso es admirable el mensaje que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos envió a Bush para solicitarle que vete la construcción de esos mil 100 kilómetros de muro, que equivalen a 100 mil kilómetros de necedad. En efecto, en toda la historia ningún muro ha servido para nada. Tampoco servirá éste, construido a lo largo de una larguísima frontera entre el país más rico del mundo y uno de los más pobres. Una adecuada política migratoria -la economía norteamericana necesita de los mexicanos-; un concepto mayor de la justicia y un entendimiento más grande entre los dos gobiernos ayudarían a evitar ese muro, que aparecerá en los anales de nuestro tiempo como una vergüenza de la humanidad... El achispado señor exponía en una fiesta sus necias teorías contra el matrimonio y las mujeres. Decía: "Los hombres deberíamos tener el derecho de cambiar cada año de mujer, así como cada año podemos cambiar de automóvil?. Su señora, cansada ya de los desplantes del marido, le dice: "Ay, Languidio: tú para qué quieres cambiar de coche, si ya hace mucho tiempo que ni manejas?... Sigue ahora un chiste muy rojo. Las personas que no gusten de leer chistes muy rojos sáltense hasta donde dice FIN... El dueño de la fábrica de detergentes llama a su jefe de producción y le cuenta con orgullo: "Mi secretaria me dice que nuestro detergente es tan fino que ella lo usa para bañarse?. "Ahora entiendo, patrón -comenta el otro-. Eso quiere decir que estaba yo equivocado cuando le veía a usted espuma en la boca y pensaba que tenía rabia?... (No le entendí)... FIN.

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