Eso me pasa por no escuchar la voz de la sabiduría. "Optimi consiliarii mortui", decían los latinos. "Los mejores consejeros son los muertos". De quienes vivieron antes que nosotros debemos aprender, sobre todo si nos dejaron su enseñanza en esos mínimos evangelios que son los refranes y proverbios. Uno de esos proloquios dice que no debemos adelantar las vísperas. Hacer un juicio apresurado es exponerse a cometer error. Tal es mi caso. Oí las expresiones de arrepentimiento de algún "legislador" perredista que expresó su vergüenza por los vergonzosos hechos acontecidos en el Congreso el pasado día uno de diciembre, y pensé que tales manifestaciones eran de contrición y firmísimo propósito de enmienda. Me equivoqué de medio a medio. Creí en esa declaración, y fincado en ella dije que se advertía ya un mejor ambiente para el trabajo urgente de reformas que deben emprender los llamados representantes populares. Apenas acababa de decirlo cuando otra vez los perredistas volvieron a sus excesos verbales, a sus bravatas y amenazas. Recordé una cruenta imagen religiosa que todavía se ve en algunos pequeños templos parroquiales. Es la de San Pedro Mártir. Aparece con una hacha clavada en la cabeza. Pues bien: a algunos diputados y senadores perredistas no les entra ni el hacha, así son de intransigentes y cabeciduros. No se apartan un ápice del dogma dictado por su mesías, y siguen proclamando un fraude electoral con argumentaciones cada día más endebles, como lo prueba esa evidencia nueva, la que muestra que López Obrador sabía de las encuestas cuyos resultados no lo favorecían ya, por lo cual ordenó que se ocultaran esos resultados. Se ve a las claras el empecinamiento de esos malos perredistas y su decisión de seguir dañando a la Nación, de estorbar todo diálogo y acuerdo que conduzca a las reformas requeridas por este país. Esa misma actitud se hizo notar en el discurso huero pronunciado por Ebrard, que aún no se decide a ser él mismo, atado como está de pies y manos y todo lo demás por las pugnaces tribus perredistas. En tal virtud, y fiel a la modesta misión que me he fijado, de orientar a la República, digo que el PRI y el PAN deben ser los que dialoguen y pacten esos acuerdos que México tanto necesita, pues es patente la cerrazón de los extremistas del PRD y su voluntad de poner piedras en el camino de Calderón, sin ver que sus enconos y venganzas causan grave daño a la comunidad nacional. He cumplido por hoy mi función orientadora. Puedo pasar entonces a cosas de menor entidad, pero de amenidad mayor... Pirulina estaba llenando una solicitud de empleo. En el cuadrito correspondiente a "Sexo" puso: "Sí". (En otra ocasión un juez le preguntó a Pirulina: "¿Dónde estuvo usted la noche del 3 al 4 de noviembre?". Replica ella: "Estuve toda la noche en mi cama. Y tengo 14 testigos para demostrarlo")... En cierto lugar de Iraq un curtido sargento americano bebía con sus soldados. Saca su cartera y mira la foto de su esposa, mujer mal encarada, y fea. Luego dice: "Cuando veo este retrato pienso que después de todo esta maldita guerra tiene un lado bueno"... Llegó una señora a la tienda de departamentos a devolver un estéreo que había comprado. Demostró que el aparato no funcionaba, y pidió que le regresaran su dinero. El hombre de la tienda le dio solamente la mitad. Le dice: "Es política de la tienda cargarle al cliente el 50 por ciento del valor de la mercancía defectuosa, por gastos de almacenaje y de manejo". Para sorpresa del sujeto la señora le echó los brazos al cuello y le pidió con anhelosa voz: "¡Béseme, por favor! ¡Béseme!". "¿Por qué me pide usted eso, señora?" -pregunta el gerente, estupefacto. Responde ella. "Por que me gusta que me besen cuando me están co..."... FIN.