El señor cura confesaba a la rancherita. "-¿Y no te ha acometido con tentaciones el maligno?? -le pregunta-. "-No, padrecito -responde la muchacha muy avergonzada-. El que me acomete todas las noches es el Benigno?... El marido entra a su casa y para su sorpresa ve a un desconocido besando apasionadamente a su esposa. ?-¿Oiga! -le grita-. ¡¿Cómo es que lo encuentro besando a mi mujer?!?. ?-No me lo explico -contesta el otro muy desconcertado-. Quizá salió usted del trabajo más temprano que de costumbre?... Las dos vedettes ya algo maduras llegan ante el director de escena y le piden que las presente en su espectáculo. ?-¿Qué experiencia han tenido?? -les pregunta -el hombre-. Responden ellas: ?-Nuestro último trabajo fue cantar para el ejército?. ?-¿Insurgente o realista?? -Inquiere el director-... San Francisco de Asís amaba a Dios en sus criaturas. ¿Acaso hay un modo mejor de amar a Dios? Se encendía en amor al contemplarlas, tanto que -dice una leyenda- cuando veía las flores de su huerto de él brotaban llamas, y un ángel tenía que venir a apagárselas para que no fuera a incendiar con ellas el convento. Tomasso di Chelano nos cuenta en su "Primera vida", biografía de San Francisco, que el Poverello le pidió a un hombre justo, Juan de Grecio, que pusiera en su casa un pesebre de paja, con un asno y un buey, a fin de recordar que el Salvador del mundo había querido nacer en la pobreza. Comieron de aquella paja las humildes bestias. Pero en vez de acabarse la paja se multiplicó, igual que los panes y peces de las bienaventuranzas, y por mucho tiempo todos los animales de la comarca se alimentaron con esa paja milagrosa. Ojalá sea la Navidad para nosotros como la paja de aquel segundo Belén que fue el primer belén: no se acabe en un día, sino quede en nosotros para siempre, como un nacimiento que no quitamos nunca de nuestro corazón... Un pastor protestante iba a dirigir algunos servicios el sábado y el domingo en un pequeño pueblo. Por desgracia al llegar ahí su esposa sufrió un síncope fatal y en cuestión de horas pasó a mejor vida. El apesadumbrado pastor envió este telegrama a su iglesia; ?Falleció mi esposa (punto) Manden suplente para el fin de semana?... Febricio Deadbird fue con el doctor y le explicó su caso: desde hacía varios meses sufría de irremediable falta de entusiasmo para el amor. ¿Podía hacer algo por él? ?-Me acaban de llegar estas píldoras -le dice el médico-. Al parecer son muy potentes, de modo que le voy a dar solamente una. Llámeme luego por teléfono para saber qué efecto le hizo?. Un par de horas después habla el sujeto. ?-¡Qué opina de esto su señora esposa??. ?-No sé -responde el tipo-. ¡Las tres veces fueron en el camino a casa!?... Imposible no conservar en la memoria a doña Descra. Presentó contra su esposo una demanda de divorcio. ?-¿Por qué quiere usted romper el vínculo matrimonial?? -inquiere con severidad el juez. ?-Sospecho que mi marido me engaña? -contesta ella. ?-¿Qué la hace suponer eso?? -pregunta el juzgador. ?-Bueno -explica doña Descara-. El hijo que estoy esperando no es de él?... El tipo aquel se sorprendió bastante al ver a un amigo suyo barriendo el frente de su casa ?-¿Qué estás haciendo Mandilano? -le dice con asombro-. ¿Se te fue aquella criada que tenías??. ?-Peor todavía? -responde el que barría-. ?-¿Se murió?? -inquiere el amigo-. ?-No, -contesta con fosca tristeza el otro-. Me casé con ella?... FIN.
