PARTICIPACIÓN | CUENTA EL SEÑOR COBO CELADA SU EXPERIENCIA COMO FUNCIONARIO DE CASILLA.
EL SIGLO DE TORREÓN
Las dudas acerca del proceso han hecho que Carlos pase de la gratificación a la frustración.
TORREÓN, COAH.- Carlos Cobo Celada fue presidente de casilla en la elección del dos de julio. Dice que fue una experiencia ?extenuante y gratificante?, pero el sentimiento se le convirtió en frustración con las dudas echadas sobre el conteo de los votos.
Le molesta la demanda de recuento de votos que ha hecho Andrés Manuel López Obrador. ?Si se procede a otro conteo de los votos, ¿quién dice que no va a volver a decir que está mal sumado? Es frustrante porque ¿de qué sirvió el tiempo que estuvimos ahí??, cuestiona.
El empresario presidió la casilla básica 1207 en la colonia San Isidro, la que tuvo la mayor participa-ción de votantes en todo el estado, 79 por ciento de participación. Fue uno entre medio millón de personas que estuvieron a cargo de las 130 mil casillas del país y cuya labor ha sido cuestionada luego del conteo de los votos.
?Francamente, ¿qué caso tiene acudir a votar si no va a servir la votación? A ojos de estas gentes, no hay institución con credibilidad?, dice.
El dos de julio, Cobo empezó el día a las 7:30 de la mañana, montando mamparas y ordenando boletas, y acabó pasadas las ocho de la noche, luego de contar los votos e integrar el paquete con las actas.
?Desde las ocho y media que empezamos la votación hasta las cuatro y media no nos pudimos levantar de la mesa para nada por la continua fila que había. Fue un bonito acto cívico del cual quedé yo bastante bien impresionado en cuanto a la organización?, dice.
La reacción del candidato presidencial de la coalición por el Bien de Todos, descalificando el conteo, le parece frustrante.
?Hubo representación de todos los partidos, contamos los votos entre todos, frente a todos, coincidie-ron las cifras con los listados electorales, se firmaron las actas y se procedió a cerrar las cajas?, afirma.
Era la primera vez que participaba en un acto de esta magnitud, pero se muestra confiado de que el trabajo desempeñado en su casilla fue totalmente legal y descarta la posibilidad de cualquier tipo de anomalía. Cada uno de ls que actuaron como funcionarios, dice, contó con capacitación e incluso llevaron a cabo un simulacro de todo el proceso que enfrentarían el domingo.
?Yo no veo más que buena organización, no entiendo cómo se pudiera hacer fraude o cambiar una votación?, afirma. ?Se tienen listados electorales, de los cuales, tiene copia cada uno de los representantes de los partidos políticos, ellos saben qué personas van a venir a votar y están constatando que cada una esté en el listado?.
Explica que no sólo a través de las actas de cómputo y de escrutinio está asentado el número de votantes, sino también en las listas electorales. ?Veo imposible inclusive ?embarazar? una urna, porque saldrían más votos de los que aparecen en el listado?.
