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MANILA, FILIPINAS.- La presidenta Gloria Macapagal Arroyo activó ayer la Ley de emergencia en Filipinas después que el Ejército dijera que había frustrado un intento de golpe de Estado.
Los rumores de un complot contra Macapagal, que superó el año pasado una crisis sobre acusaciones de corrupción y manipulación de votos, se hicieron insistentes esta semana ante el aniversario de una revuelta popular que llevó a derrocar al dictador Ferdinand Marcos en 1986.
Comandantes militares y aliados de Macapagal expresaron su respaldo a su decisión, pero Gilbert Remulla, un líder de la Oposición en el Congreso, dijo que el Gobierno estaba ?creando caos y confusión?.
La Policía se encontraba en el máximo estado de alerta y revocó los permisos concedidos para celebrar diversos actos políticos ayer viernes. Las clases fueron canceladas y se dispararon los rumores de que se estaba elaborando una lista de soldados y políticos que serían arrestados.
Alrededor de cinco mil manifestantes se enfrentaron brevemente con la Policía antes de dispersarse ante un santuario que fue el punto central del levantamiento de 1986 y de otro en 2001, que derrocó al presidente Joseph Estrada. Otro grupo de unas diez mil personas marchó también hacia el santuario.
?He declarado un estado de emergencia?, dijo Macapagal en una declaración grabada para televisión y radio, añadiendo que había autorizado al Ejército y la Policía a ?tomar las medidas necesarias?.
En su declaración oficial, Gloria Macapagal Arroyo describió una ?conspiración sistemática? por parte de miembros de la Oposición, grupos comunistas y militares para hacer caer a su Gobierno.
Ha habido una docena de intentos de golpe de Estado en los últimos 20 años, pero algunos analistas dicen que el Gobierno de Gloria Macapagal hace públicas las amenazas para rechazar a posibles golpistas y lograr la simpatía de la opinión pública.
