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BAGDAD, IRAK.- El Gobierno iraquí declaró ayer el estado de emergencia e impuso un toque de queda, después que la insurgencia bloqueó las calles del centro de Bagdad y atacó a las Fuerzas iraquíes y extranjeras a poca distancia de una zona fuertemente vigilada.
Los soldados estadounidenses e iraquíes también se enfrentaron con insurgentes en el sur de Bagdad.
El primer ministro Nuri al-Maliki ordenó que no hubiera nadie en las calles de la capital desde las 2:00 de la tarde de ayer viernes hasta las 6:00 de la mañana de hoy sábado. La medida se dio a conocer cerca del mediodía, cuando muchos pobladores estaban en los servicios religiosos, e hizo que muchos salieran corriendo a sus casas.
Asimismo, una bomba detonó en una mezquita suní en una población ubicada al noreste de Bagdad, matando a diez feligreses y lesionando a 15. Fue en la misma población donde murió este mes el líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqawi, dijo la Policía.
La explosión sucedió frente a la mezquita Gran Hibhib de la provincia de Diyala, de acuerdo con el centro provincial de coordinación conjunta.
En la población de Basora, en el sur del país, un vehículo se estrelló contra un mercado y una gasolinera aledaña, matando a cinco personas y lesionando a 15, incluyendo dos policías, dijo la Fuerza policial. Al menos otras 19 personas murieron en diferentes hechos de violencia en Bagdad.
Ayer por la mañana las Fuerzas iraquíes y estadounidenses se enfrentaron con insurgentes armados con lanzagranadas, granadas de mano y fusiles en la calle Haifa, que llega hasta la fuertemente vigilada Zona Verde, donde están las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña y la sede del Gobierno iraquí.
Dos soldados iraquíes y un policía resultaron heridos en los enfrentamientos, expresó el teniente policial Maitham Abdul Razzaq.
La zona fue acordonada y las Fuerzas iraquíes y extranjeras realizaron allanamientos en las casas.
Un grupo de hombres armados también atacó a feligreses que marchaban desde el vecindario chií de Sadr City, en el este de Bagdad, hacia la mezquita de Buratha, en el otro lado de la ciudad. Los manifestantes protestaban por un ataque suicida de la semana pasada contra el templo shii. Al menos uno de los manifestantes murió y cuatro resultaron heridos, dijo el teniente Ahmed Mohamed Ali.
El Ejército estadounidense, en tanto, dijo que un infante de la Marina murió en combate y un soldado en un incidente no hostil no especificado, hace tres días. Las muertes elevan a por lo menos dos mil 514 la cantidad de personal militar estadounidense muerto desde que comenzó la guerra en Irak en marzo de 2003.