Esperan autoridades recabar las pruebas necesarias para establecer si el detenido participó o no en el crimen de un jubilado.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Una orden de arraigo por 30 días le fue decretada a un enfermero, en relación con el homicidio calificado en agravio de un jubilado del Hospital General de Lerdo, que fue encontrado sin vida el pasado siete de abril del presente año.
Eric Daniel Martínez Betancourt, de 38 años de edad, con domicilio en la calle Polotitlán número 428, de la colonia Valle Oriente, se encuentra hospedado de forma precautoria en la habitación 24 del hotel California, ubicado en bulevar Águila Nacional y la calzada Abastos.
En la coordinación de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a cargo de Nora Élida Solís, se dio a conocer que la medida se relaciona con el caso donde fue asesinado Mario Alberto Escobar Salazar, de 52 años de edad y fue girada por el titular del Juzgado Cuarto del ramo penal, Pedro Limón Hernández, y se cumplió a las 21:45 horas del viernes 21 de abril.
Sobre los indicios que hacen presumir la probable responsabilidad del señalado, figuran las heridas cortantes que tenía en ambas manos, un raspón en el brazo derecho y algunos moretones en el pecho, que según dijo, se los provocó al caerse de un camión en movimiento.
La evolución de las citadas lesiones no concuerda con la fecha en que supuestamente ocurrió el accidente pero sí con el día en que presuntamente perdió la vida Escobar Salazar, y hay indicios de que se provocaron durante una lucha cuerpo a cuerpo.
También está la testimonial de vecinos del finado que tenía su domicilio en la avenida Del Desierto 440, de la colonia Villa California, que el día del crimen, escucharon golpes en la pared y uno de ellos sostiene que escuchó a Mario Alberto decir: ?Eric ya no me pegues?.
Una prueba determinante será el resultado del comparativo con las muestras de sangre que fueron levantadas de la escena del crimen, y una de ellas corresponde a la víctima que tenía el tipo O positivo, mientras que la otra muestra era B negativo.
Será en un laboratorio de la Procuraduría General de la República (PGR) en la Ciudad de México, donde se llevará a cabo la prueba de sangre que será determinante en el esclarecimiento del caso.
Otra muestra también fue recabada del lugar de los hechos y sometida a las pruebas necesarias para tratar de descubrir la identidad del probable homicida.
En la Coordinación de Homicidios se dio a conocer que desde las primeras investigaciones figuró el nombre del ahora arraigado en calidad de testigo, y fue el avance de las indagatorias lo que permitió perfilar las hipótesis a una persona y pedir su arraigo.
Por su parte, Martínez Betancourt, dijo ser soltero, ayudante de quirófano, y que conocía al finado porque hace dos años le hizo un préstamo de 12 mil pesos y cada mes iba a pagarle intereses de 600 pesos.
Asegura el hombre que la última vez que vio a Mario Alberto fue el lunes tres de abril cuando hizo el pago correspondiente y niega su participación en el crimen. Testigos vecinos de la escena del crimen señalan a Eric Daniel como una persona que asistía con frecuencia a la casa del extinto.
Antecedente
El homicidio de Mario Alberto Escobar Salazar, de 52 años de edad, tuvo como móvil el crimen pasional durante las líneas de investigación del caso, por parte de la agencia del Ministerio Público.
Según el resultado de la necropsia, el jubilado tenía tres heridas cortantes, una en la región frontal derecha de la cabeza, otra junto a la nariz y una más en el mentón, provocadas por un botellazo de un envase de bebida de licor de café.
Con un accesorio para caballero se provocó la muerte por asfixia por ahorcamiento con objeto constrictor, del hombre que en enero de 2006 se había jubilado del Hospital General de Lerdo y acababa de iniciar una nueva etapa de su vida.
Como se informó en su oportunidad, el cadáver fue encontrado por una familiar luego de tres días que no tenía contacto con el ahora extinto y al llegar a su casa en la colonia Villa California, se detectaron olores nauseabundos desde el baño de la finca.
En las primeras declaraciones de familiares se estableció que la víctima se dedicaba a la venta de joyas, ropa, y prestaba dinero, descartándose el móvil del robo en el delito. Ahora hay indicios sobre una persona que serán agotados en menos de 30 días.