PODRÍA EL MANDATARIO RECURRIR AL VETO PARA DEFENDER SU POSTURA.
El presidente se mantiene firme en su defensa del acuerdo alcanzado para que una compañía árabe gestione los principales puertos del país.
Washington, (EFE).- La Casa Blanca intentará hoy parar las críticas generadas por un acuerdo que permite a una empresa árabe controlar las operaciones en seis de los más importantes puertos de Estados Unidos, asunto que tiene al presidente George W. Bush enfrentado con el Congreso.
Ante una rebelión en las filas de su propio Partido Republicano, Bush amenazó ayer con recurrir al veto, si el Congreso aprueba una ley para impedir que la gestión de los puertos pase a una empresa estatal de los Emiratos Arabes Unidos (EAU).
La adquisición de la empresa británica que actualmente lleva los puertos, Peninsular and Oriental Steam Navegation (P&O), por parte de la emiratí Dubai Ports World ha desencadenado una ola de protestas de legisladores republicanos y demócratas que afirman que es una amenaza para la seguridad del país.
La P&O administra los puertos de Filadelfia, Nueva York, Nueva Orleans, Nueva Jersey, Miami y Baltimore.
Según informó el lunes el presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, el republicano Mark Warner, un grupo encabezado por el subsecretario del Tesoro, Robert Kimmitt, comparecerá hoy ante los legisladores para explicar los detalles del acuerdo.
Warner indicó que la presencia de los funcionarios, entre los que figuran representantes de media docena de departamentos y agencias del Gobierno federal, era "imperativa" porque "hay mucha gente que está hablando sin conocer todos los antecedentes".
El anuncio de la comparecencia de los funcionarios ocurrió después de que el líder de la mayoría republicana del Senado, Bill Frist, pidiese una revisión del acuerdo.
"Si la administración no puede retrasar el proceso, tengo la intención de presentar un proyecto para que el acuerdo sea suspendido", añadió Frist en una declaración.
El presidente de la Cámara de Representantes, el también republicano Dennis Hastert, también pidió una reconsideración del acuerdo.
En una carta dirigida al presidente George W. Bush, Hastert indicó, sin ofrecer más detalles, que "esta propuesta podría requerir una mayor acción del Congreso para asegurar que estamos protegiendo a los estadounidenses".
La semana pasada legisladores demócratas y republicanos señalaron que el acuerdo debía ser sometido a un nuevo estudio por cuestiones de seguridad.
Señalaron que aunque los EAU son aliados de EU, algunos de los terroristas involucrados en los atentados del 11 de septiembre de 2001 viajaron a través de ese país y utilizaron sus servicios bancarios.
Bush añadió que quienes se oponen al acuerdo "deben analizar los hechos y comprender las consecuencias de lo que proyectan hacer.
Pero, si aprueban una ley (contra el acuerdo) la enfrentaré con el veto".
El presidente insistió en que EAU es un "país aliado en la guerra contra el terrorismo" y recordó que otros puertos estadounidenses están gestionados por otras compañías extranjeras.
Añadió que además de gestionar puertos en otros países, la empresa emiratí siempre ha colaborado con las autoridades estadounidenses y ha enviado los datos que EEUU le ha requerido.
"Sería una señal terrible si decimos que una parte del mundo puede gestionar nuestros puertos y otra parte del mundo, por razón de su nacionalidad, no puede", manifestó.