NAZAS, DGO.- Las lluvias atípicas y las exigencias de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) impidieron cosechar el 60 por ciento del orégano, con lo cual se sostienen cinco mil familias de jornaleros en esta época del año.
Toda la producción sale a las plantas beneficiadoras de San Luis Potosí, Guadalajara y Chihuahua, así como a la empresa McCornick de Queretaro, debido a que los bancos ni el Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco) dieron apoyo financiero para instalar una tratadora en Nazas.
De acuerdo con la información de Gerardo Castillo Jiménez, en este ciclo solamente se cosechó el 40 por ciento del orégano en los municipios productores; el 60 por ciento restante se quedó en el campo, debido a las trabas de Semarnat, a las cuales no desean enfrentarse los jornaleros.
Por otro lado, las lluvias impidieron a los ejidatarios entrar de lleno al corte de esta planta silvestre; por lo tanto, Nazas solamente aportó 120 toneladas del conocido ?oro verde? en el presente ciclo.
Otros municipios productores como Simón Bolívar cosechó 150 toneladas, Cuencamé 300 toneladas, Mezquital 200, Rodeo 50, Mapimí y San Luis de Cordero 100 toneladas. Cabe mencionar que desde hace seis años la producción va a la baja.
El corte del orégano inicia en agosto y termina en diciembre; prácticamente se tiene el 80 por ciento de avance en la cosecha, pero es un hecho que no levantarán más del tonelaje ya mencionado, aun cuando este año se pagó mejor que nunca.
Hace cinco años el kilogramo de orégano se pagaba a cuatro y cinco pesos; lo más que se dio fue seis pesos. En el presente año el ?oro verde? lo compran a los jornaleros a ocho y diez pesos. Estiman que cinco mil familias de jornaleros logran ingresos adicionales o se sostienen con la pizca de orégano en estas fechas, añade Castillo Jiménez.
Complementaria
FALTA APOYO CREDITICIO
Los bancos terminaron por negar el crédito a Gerardo Castillo para instalar una planta beneficiadora de orégano en Nazas.
Solicitaba un financiamiento de cuatro millones de pesos, pero después de un largo proceso de trámites le dijeron que no.
Castillo Jiménez ya tenía un avance de la empresa; hasta ese momento había construido una bodega de dos mil metros cuadrados dividida en cuatro partes, además de un transformador y demás instalaciones, donde invirtió 1.5 millones de pesos.
Hoy la observa como ?elefante blanco?, pues los bancos no aprobaron el crédito ni el Fideicomiso de Riesgo Compartido, institución federal encargada de apoyar los proyectos agroindustriales, primero dio su aprobación, pero no dijo cuándo.
Por falta de este proyecto, Castillo Jiménez continúa acopiando el orégano y enviándolo a otros estados de la República donde hay plantas beneficiadoras que limpian y empacan la planta silvestre para exportarla a Estados Unidos.
En Durango pasará el tiempo para lograr consolidar este proyecto que tanto se anunció y que a la fecha quedó paralizado por falta de apoyos crediticios.
