A pesar de que el Gobierno Federal ha dejado al país caer en una crisis de inseguridad, es lejana la posibilidad de que los bombazos y amenazas de explosivos que se han suscitado en la capital y otras entidades de México lleguen a Durango; sin embargo, es necesario que las autoridades y ciudadanos estén alertas.
El presidente de la Confederación Nacional Campesina, Óscar García Barrón, habló con relación a dichos atentados y amenazas, refiriendo que es muy poco probable que a Durango lleguen ese tipo de situaciones, debido a que se puede catalogar a la población del estado en general como tranquila.
Sin embargo señaló que no está por demás que las autoridades de Durango estén vigilantes, sobre todo en los puntos que pudieran ser más vulnerables.
Como referencia, en octubre se han presentado amenazas de bomba en el Congreso de Chihuahua, el día 31, mientras que el 25 y el 20 se presentaron situaciones similares en escuelas de Yucatán y Hermosillo, respectivamente.
Esto además de las falsas alarmas y detonaciones que se presentaron en días pasados en la capital del país, mismas que se han adjudicado, por lo menos, cinco grupos.
Y es que algunos sectores de la población manifiestan su preocupación, principalmente por la falta de vigilancia que perciben en las presas, sobre todo en las de mayor dimensión, pues temen por la capacidad de destrucción que éstas pudieran tener en caso de ser blanco de un atentado.
García Barrón señaló que desafortunadamente el Gobierno Federal ha dejado crecer la inseguridad en el país a tal grado que ésta ha hecho crisis, situación que es evidente en lugares como en Oaxaca y Chiapas.
Al ser cuestionado sobre el peligro que representan los vasos hidráulicos del estado con relación a posibles atentados, García Barrón dijo que en principio cualquier tipo de ataque de este tipo se ve lejano, pero una llamada de atención sería más que suficiente para que las autoridades incrementaran la vigilancia.
Por otra parte, Víctor Manuel Guerrero Hernández, presidente municipal de Indé, lugar en donde se encuentra la presa con mayor capacidad en el estado y la cuarta más grande del país, manifestó que la preocupación por la situación que prevalece en el país es generalizada, aunque en Durango aún se ve lejos que se presente algún tipo de atentado.
Referente a la vulnerabilidad de los vasos hidráulicos, refirió que en primera instancia la infraestructura de la Lázaro Cárdenas -por referir el más cercano ejemplo- ha sido construida con tal consistencia que difícilmente puede ser dañada.
En este caso, la gente teme más al desbordamiento que una probable destrucción de la cortina u otra área a causa de la presión del agua u otro agente externo.
Relativo a la vigilancia que hay en el lugar, manifestó que la Comisión Nacional del Agua tiene dos guardias permanentemente en el lugar, que tienen el control de quien entra y sale del área restringida de la presa.
Hay por lo menos cinco personas de la CNA laborando en la Lazaro Cardenas, en tanto que el Municipio de Indé tiene cuatro policías de base en la localidad de El Palmito, que se encuentra en las cercanías de la presa y quienes también se encargan de estar al pendiente de cualquier irregularidad que detecten en los alrededores del inmueble.
Hay vigilancia
Víctor Manuel Guerrero Hernández, alcalde de Indé, indicó que la Presa Lázaro Cárdenas es una de las que más vigilancia y protección tiene, debido a que surte a gran parte de la Comarca Lagunera.
Tiene una capacidad de dos mil 873 millones de metros cúbicos y se encuentra al 85 por ciento y se ubica en una superficie de 16 mil hectáreas; simplemente, es una presa de muy grandes dimensiones, refirió.
Es un patrimonio que beneficia directa e indirectamente no sólo a los habitantes de Indé, sino a una parte importante de Durango, por lo que es responsabilidad de autoridades y ciudadanos su cuidado.
En este sentido coincidió con Guerrero Hernández el diputado Óscar García Barrón, quien aunque indicó que la principal responsabilidad en estos casos es de la Federación.