El Universal
MEXICO, DF.- Luego de la ratificación de Felipe Calderón como presidente electo de México y cuando ya se barajan nombres para integrar su equipo, la designación del nuevo titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se avizora ?delicada?, dado que la mayoría de la comunidad cultural no se inclinó por las propuestas del panista durante la campaña, opinan creadores e investigadores.
?Por la coyuntura en la que se inicia este nuevo periodo presidencial conviene mucho el diálogo para acercarse a una de las comunidades más activas, que tienen voz y que generan opinión?, dice la investigadora en políticas culturales Lucina Jiménez.
En opinión del escritor y crítico literario Adolfo Castañón, ?los que tienen ganas son muchos, pero los que tienen aptitudes no tantos?.
La designación del titular del Consejo es prerrogativa presidencial; hasta ahora no se ha anunciado ningún candidato, pero por lo pronto, según declaró Felipe Calderón, se descarta el uso de ?head hunters?.
Para ocupar la presidencia del Conaculta se barajan nombres como los de Sergio Vela (director de Música en la UNAM), Dolores Béistegui (titular del Imer), Sabina Berman (dramaturga) y Consuelo Sáizar (directora del FCE).
El doctor en sociología Roger Bartra plantea que el nombramiento de los responsables de cultura y educación debe rechazar claramente las aspiraciones de la extrema derecha. ?Este nombramiento debe tener una carga simbólica muy grande: debe expresar tolerancia, pluralidad, laicismo, presentar una cara avanzada y abierta a todas las expresiones culturales modernas que implican la aceptación, por ejemplo, de la píldora del día siguiente, del uso de anticonceptivos, de las sociedades alternativas de convivencia. Debe ser muy clara la opción del nuevo Gobierno por rechazar las dimensiones conservadoras y reaccionarias de la derecha ultramontana?.
Considera que el poder de un responsable de cultura radica en lo simbólico. ?Si Calderón no entiende esto va a tener problemas, sobre todo porque una gran parte de la intelectualidad se inclinó por López Obrador; entonces, con mayor razón en cultura, debe aceptar las posiciones progresistas y plurales de la izquierda?.
Para Lucina Jiménez, el del titular del Conaculta será uno de los nombramientos más ?delicados? que tendrá que realizar Felipe Calderón.
Señala que quien llegue a este cargo debe tener conocimiento del medio cultural, no sólo de la Ciudad de México, sino en una perspectiva de país, además, debe poseer experiencia en la gestión pública.
?Otra cosa -que tal vez sea la más delicada en estos momentos- es que necesitaría tener la capacidad de diálogo político y de construcción de consensos con una comunidad artística y cultural que en estos momentos está fragmentada?, asegura la investigadora.
Para el historiador Guillermo Tovar y de Teresa, lo ideal es que se piense en una persona que no pertenezca a un gremio en específico para que no favorezca o privilegie una determinada actividad. ?Es necesario que tenga experiencia en la administración y maneje las cosas con sensatez, es decir, que no se le ocurra gastar el dinero de las distintas dependencias en un solo proyecto, como desgraciadamente ocurrió en este periodo con la megabiblioteca. Necesitamos a una persona que tenga la humildad y el sentido común de consultar a los distintos sectores y que tenga una amplia interlocución con la comunidad cultural. Debe ser alguien que tenga un perfil político y que sepa argumentar y defender a las instituciones?.
La dramaturga y cineasta Sabina Berman precisa que una de las metas que deberá buscar el próximo titular del Conaculta es la democratización de la cultura y lograr los objetivos que no pudo concretar la presente administración, como por ejemplo, la inclusión de la educación artística en la enseñanza básica.
Lucina Jiménez dice que es importante que quien quede al frente del Conaculta pueda entender la dimensión legal y económica del proceso cultural, porque en estos tiempos de globalización y de deterioro del espacio público se tienen que buscar nuevas estrategias, no sólo para el desarrollo de novedosos esquemas de financiamiento, sino para alentar la participación de la empresa privada. ?Debe tener la capacidad de diálogo internacional porque México es un país emergente en términos culturales?.
El crítico literario y editor Adolfo Castañón considera que la persona que debe dirigir la cultura en el país ?tiene que saber leer y escribir; saber releer y reescribir, poder escribir con la mano derecha y con la mano izquierda. Debe ser una persona con capacidad de convocatoria y conocimiento del medio. Una persona con voluntad de trabajar. No hay tantas personas con estas características?.
