Denuncia Ana Teresa Jiménez Arreola que fue despedida injustificadamente de la empresa Greater después de solicitar algunos permisos para ser atendida en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de un asma laboral que adquirió al inhalar algunas sustancias que se manejan en el interior de esta maquila; asegura además que algunos trabajadores tienen permanganato en la sangre.
Afirmó la denunciante que el 7 de diciembre del 2005 la despidieron de esta compañía que se dedica a la producción de prendas de vestir después de tener casi seis años trabajando en este lugar y hace un año y medio que empezó con problemas de salud.
Las primeras complicaciones fueron por una aparente alergia, el 18 de noviembre, fecha en la que es ubicada en un área donde se trabaja con muchos químicos como el potasio; esto fue una bomba detonante para tener problemas en las vías respiratorias.
Comentó que aun cuando usan mascarilla blanca de conchita, sí existe inhalación de productos químicos, ya que al limpiarse la nariz se podían apreciar agentes como pelusa o residuos de resina.
En 16 de noviembre del año anterior se le presentó una crisis asmática en la empresa y el doctor de la misma le dio un pase de salida para que acudiera al IMSS; después de revisarla le manifestó que andaba mal de los pulmones porque no podía respirar.
Sin embargo, este médico de nombre Santiago no dio aviso sobre la situación a la empresa y no hubo en ese momento alguien que la auxiliara para el traslado a que recibiera atención médica; tuvo que llamar a sus familiares para que la llevaran, la mantuvieron con inhaladores y oxígeno durante dos días, situación por la que le dieron una incapacidad.
Posteriormente, el 5 de diciembre tenía cita con el neumólogo en la Clínica No. 1 del IMSS; le informó de nueva cuenta al médico de Greater para que le diera un permiso, pero éste afirmaba que su problema de salud era debido a una neumonía o era bronquitis, que no era asma.
Indicó que el informe médico del IMSS señala posible asma laboral y afectación en los pulmones, motivo que originó su despido el 7 de diciembre del 2005; en esa fecha le quitaron el gafete de la compañía y le pidieron que se retirara del lugar.
Su despido, de acuerdo con Jaime Velázquez, encargado de la maquiladora, obedeció a que el reporte del doctor señala que hubo múltiples permisos para recibir atención médica, ya que según el galeno no estaban justificados.
Jaime Velázquez le expresó que era más fácil despedirla que estar pagando incapacidades de los trabajadores.
La afectada señaló que se realizó un peritaje sobre esta situación de la propia empresa y concluyeron que su problema era supuestamente debido a un resfriado.
La empresa quiere pagarle cinco mil pesos como indemnización; sin embargo, se pregunta quién se va a hacer responsable por los daños causados a su salud.
Mencionó que los químicos sí afectan, como el caso de una señora que lleva permanganato en la sangre y dos compañeros que tienen esta sustancia y ellos (los responsables de le empresa) todavía afirman que no hacen daño.