EL SIGLO DE TORREÓN
LERDO, DGO.- Mientras algunas misceláneas o expendios son hostigados y sobre-vigilados para que no violen el horario establecido para la venta de bebidas embriagantes, el dueño de una rosticería no es molestado aunque vende cerveza hasta para llevar, sólo porque es funcionario municipal, aseguran los quejosos.
La dueña de una miscelánea cercana a la rosticería La Parrillada, localizada en calle Allende, entre Aquiles Serdán y Belisario Domínguez, asegura que los sábados y domingos, a cualquier hora y hasta por la noche, se expenden bebidas embriagantes.
?Nosotros no podemos pasarnos un minuto después de la hora autorizada porque rápido llegan los inspectores y nos notifican para la multa?, dice en tono molesto una mujer que atiende una miscelánea ubicada a dos cuadras de La Parrillada.
El dueño de la rosticería, que más bien es un expendio, añade, es Alberto Núñez, funcionario de Catastro Municipal, quien goza del privilegio de no ser sancionado o castigado como al resto de los propietarios de establecimientos con venta de cerveza.
En Lerdo, señala la quejosa, que es secundada por una vecina, el horario para la apertura y cierre de venta de bebidas alcohólicas es muy drástico, pues los sábados deben cerrar por la tarde, pero el problema es que la medida no es pareja y ello crea inconformidades.
Por las tardes y noches, asegura, llegan personas a comprar cerveza para llevar y ahí los inspectores parecen no darse cuenta, por eso es que solicitan a la alcaldesa Rosario Castro Lozano, que aplique las medidas para todos sin excepción o permita un horario más flexible a todos.
?Sabemos que los fines de semana él (Alberto Núñez) vende hasta 20 mil pesos mientras nosotros apenas llegamos a los cinco mil pesos cuando mucho?, dice por último la mujer.
