El Siglo de Durango
En una carta dirigida al Gobernador, agentes ministeriales y personal de la Procuraduría de Justicia denuncian que la institución policiaca se encuentra secuestrada por grupos de mafias que inventan culpables de delitos, para ?resolver? con prontitud los casos de mayor impacto social que ocurren en Durango.
La misiva, enviada la tarde-noche del jueves al gobernador Ismael Hernández Deras, revela que los principales grupos de poder al interior de la PGJ los controlan elementos como Gilberto Estrada, Antonio Artea, Armando Ávila y Maricela de Alba Stevenson.
Los denunciantes entregaron la carta a este medio con la petición de que, por razones de seguridad suya y de sus familias, no se revele su identidad debido al peligro que supuestamente correrían si dan la cara en la presentación de la misiva.
En ella puntualizan: ?nuestros superiores se han convertido en unos expertos en el arte de inventar pruebas y torturar gente para así hacerlos confesar delitos que nunca cometieron. Pero... ahora, para justificar sus acciones son capaces de asesinar a los detenidos y crear una historia fantástica alrededor de éste?.
Mencionan que administraciones van y vienen, y sin embargo, es un grupo de comandantes y agentes el que siempre se ubica en las posiciones de mando dentro de los grupos operativos. Y ubican en la lista a un comandante Cipactli, a un Pedro Rojas y a un comandante de apellido Serrano.
?Señor Gobernador: así pueda usted cambiar 20 procuradores o directores de la Policía Ministerial, y mientras sigan estos delincuentes en la Policía, seguirán las mismas prácticas malsanas?, se lee en el quinto párrafo de la carta.
?...Y ellos, mientras los medios de comunicación y la ciudadanía sigan calificando a los directores y procuradores, ellos, que son los que cometen los abusos y los delitos, se ríen de la situación y de la incapacidad de los jefes en turno, ya que los convencen de que todo está bien y así logran solapar sus acciones delictivas?, agrega el documento.
Según lo afirman fuentes de la PGJ, la carta ya fue recibida por el gobernador Hernández Deras, y se percibe en la misma que va con copia para el Presidente de la República, para el diputado Juan Carlos Gutiérrez, para los medios de comunicación, la diputada Lilia Velia Carranza y la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Argumentan su dicho de que en la PGJ se ?inventan culpables?, al señalar diferentes casos de homicidio donde se involucra a gente inocente que, sin embargo, aún se encuentra en la cárcel por un delito que supuestamente no cometió, sino que se lo habrían adjudicado a base de fuerza los jefes de los comandos operativos de la Ministerial.
Refieren el homicidio de la joven Lorena Lira Barragán, asesinada y violada supuestamente por dos taxistas en la colonia Francisco Zarco. Y aquí, los denunciantes aseguran que al menos uno de los dos sentenciados por el caso es inocente.
También hablan del asesinato de Manuel Carrillo, hijo del dueño de la acopiadora de reciclados ?Güíjalo?, en cuyo caso se culpó a tres personas que, nuevamente a decir de los redactores de la carta enviada al Gobernador, se encuentran en la cárcel por algo que no cometieron.
?Y ahora el caso de ?El Español?, donde, para evitarse problemas prefirieron matar al detenido, al fin los muertos no hablan; recordemos el caso del ex militar que estando arraigado en una casa, custodiado por varios agentes... se suicida de una manera por demás singular: mete la cabeza en una cisterna hasta morir por ahogamiento, esposado y todo?, revela la carta.
Relacionada
Mensaje al Gobernador
En la parte final de la carta que enviaron al Ejecutivo estatal, un grupo de agentes ministeriales inconformes con las supuestas anomalías en la PGJ manda un mensaje al Gobernador del Estado:
?Señor Gobernador, al verlo y escucharlo haciendo declaraciones tan acertadas y valientes nos contagió para hacerle llegar nuestro sentir. Estamos seguros que usted sí va a poner orden en nuestra corporación y así nos sentimos orgullosos de portar este uniforme, que algunos sin ningún cariño pisotean y ensucian con su actitud?.
?Confiamos que nuestro máximo jefe, que es usted, de una vez por todas tome una decisión firme y así poder recuperar la confianza que tenemos partida por parte de la ciudadanía?.
?Disculpe que le hagamos llegar esto de manera anónima, pero ojalá y saque a estos malos elementos de la corporación, ya que son capaces de todo con tal de conseguir lo que quieren?.