EFE
SYDNEY, AUSTRALIA.- El primer ministro de Timor Oriental, Mari Alkatiri, dijo ayer que lo que está ocurriendo en la capital, Dili, es un intento de golpe de Estado, mientras la ciudad sigue sumida en la violencia y el caos.
“Está en marcha un intento de dar un golpe de Estado”, dijo Alkatiri en una conferencia de prensa en Dili, según informan los medios australianos.
Poco antes de estas declaraciones, las Tropas australianas, que llegaron esta semana en respuesta a la petición de ayuda del Gobierno de Timor, lograron desarmar a más de una treintena de hombres armados con cuchillos y machetes que amenazaban con asaltar el hotel donde tenía lugar la conferencia de prensa.
Numerosos residentes aterrorizados huyeron a refugiarse en las iglesias y otros lugares que consideraban seguros ante la acción de los grupos en las calles.
De momento no se ha informado de víctimas mortales en los incidentes de hoy ni de un número concreto de heridos, aunque varias ambulancias abandonaron la barriada con las sirenas y luces encendidas, según la agencia de noticias australiana AAP.
La radio timorés informó de altercados menores y saqueos en otras partes de la ciudad y atribuyó la violencia a jóvenes armados con rifles, pistolas, machetes, lanzas o arcos. El despido por supuesta insubordinación, en marzo pasado, de 591 militares que protagonizaron una protesta para exigir mejoras laborales, se ha convertido en el detonante de la actual situación de crisis.