Emiliano en 14 años de condena aprendió a leer y escribir; a unos meses de salir, tendrá un posgrado en Derecho
El Siglo de Durango
Emiliano, interno del Centro de Rehabilitación Social No. 1, nunca pensó que al estar en este lugar en donde hay vicios y delincuentes pudiera cambiarle la existencia para bien. En los 14 años de condena aprendió a leer y escribir, y mediante los convenios que se tienen con las diferentes universidades del estado y del país hoy, a unos meses de salir, tendrá un posgrado en Derecho.
Para este interno, los barrotes de las celdas y los muros del Cereso no le impidieron conseguir sus certificados de primaria, secundaria, bachillerato y ni mucho menos obtener la licenciatura en Derecho; ?no hay barrera para el conocimiento?, afirmó.
Como parte de la rehabilitación que se debe tener en los centros penitenciarios, se construyó, desde la década de los 70, dentro del Cereso, una escuela a la que después los internos llamaron ?Oasis?, y lo nombraron así porque el simple hecho de entrar a la escuela era como no estar preso.
Emiliano (a quien para este trabajo periodístico se le cambió el nombre) es originario de un poblado de la Sierra de Durango, donde apenas conoció las letras y los números.
Recuerda que en el campo -en donde creció-, los maestros nunca iban a dar clase o simplemente los alumnos no estudiaban porque estaban dedicados a la agricultura y a otras actividades, por lo que en ningún tiempo de su niñez y adolescencia pudo aprender.
Al llegar al Cereso, por ?equis circunstancias?, -así lo comentó-, y después de cuatro años sin hacer nada, vio la oportunidad de superarse y de ser alguien en la vida, además de que su mente estaría ocupada, y qué mejor que aprovechar el tiempo estudiando.
RESPALDO
Él fue una de las primeras personas que pudo estudiar a través del sistema escolarizado de Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Durango (CECyTED), mediante el que después de tres años recibió su certificado de bachillerato.
Su esposa y tres hijas decidieron irse a vivir a la capital del estado, para salir adelante, además para estar más cerca de Emiliano y hacer su estancia en prisión menos pesada.
La dificultad la tuvo en el ambiente, por la rutina de estudiar, de acatar las reglas marcadas por los directivos del Cereso, por lo demás todo se le facilitó.
?Hice diez años estudiando intensamente desde cero, empezamos cuando bachillerato, luego cuando vino la universidad con la licenciada Julieta Hernández Camargo, empezamos estudiando para aprovechar el tiempo y aprovechar el derecho a la educación?, expresó.
Él egresó de la universidad Alejandría, que está afiliada a la Universidad de San Luis Potosí, en donde todos los días recibía clases vía Internet; realizaba sus trabajos por correo electrónico, los cuales eran debidamente supervisados por autoridades del Cereso; así fue como pudo obtener su título y empezar a estudiar una maestría puesto que se quedó con la costumbre de aprender cada día más.
Es una satisfacción ya que, después de diez años, una de sus hijas ha aprendido del esfuerzo que hizo Emiliano, ya que la mayor se encuentra estudiando una carrera profesional.
Su familia lo espera con los brazos abiertos para que en unos meses, cuando salga, se establezca y ponga en marcha algunos proyectos con sus parientes y amigos, además de ejercer su carrera afuera del penal, pues por el momento aconseja y asesora a los internos del Cereso para que integren bien sus casos.
El caso de Emiliano no es el único; en sus circunstancias se encuentra Juan, que acaba de terminar su tesis en ?Derechos Humanos?; lleva diez años internado y aún le faltan otros 14 años para salir.
EDUCACIÓN
Actualmente, dentro del Cereso, hay 540 alumnos que se encuentran estudiando primaria y secundaria a través del programa Cero Rezago Educativo del Instituto Duranguense de Educación para Adultos (IDEA); además, 35 cursan una carrera profesional, de los cuales 32 están en Derecho y dos en Comunicación Social.
En el nivel básico del IDEA, la eficiencia terminal es del 91 por ciento, es decir, de cada diez internos que se inscriben en este programa sólo se presenta la deserción de uno; en secundaria se tiene un promedio de aprovechamiento del 8.1 y el promedio general de ambas escolaridades, primaria y secundaria, es de 8.4.
Antonio Molina Díaz, director del Cereso, comentó que se levantará un padrón para ver el nivel de escolaridad que se tiene dentro del penal y quienes por la movilidad de internos pueden estudiar por lo menos la educación básica. Es por ello que se espera un incremento de estudiantes dentro del Centro.
De las mujeres que están internas, 25 estudian dentro del IDEA, ocho más en el nivel bachillerato y tres en licenciatura.
En el recorrido que se realizó dentro de la Escuela Benito Juárez, o al ?Oasis?, como es llamado por los internos, se encuentran las instalaciones para atender a los alumnos el IDEA; hay tres aulas para el nivel bachillerato (CECyTED), Coordinación de Educación para Adultos de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (CEASEED) y el Instituto Alejandría.
Se cuenta con una plaza comunitaria con tres salones, sala presencial, sala de video y de cómputo; además, se tiene un laboratorio de informática, dos bibliotecas, una a cargo del CECyTED y otra por parte del IDEA, además de una oficina de Servicios Escolares.
Por tanto, la infraestructura para todos los alumnos es insuficiente ya que como han podido han dividido espacios, por lo que hacen falta más espacios.
La biblioteca cuenta con un acervo cultural de dos mil 110 ejemplares, además de una hemeroteca en donde se tienen los principales periódicos del estado y revistas de interés general.
En lo que va del año se han entregado 630 certificados, de los cuales 375 fueron de primaria y 255 de secundaria.
CONTROL
Mario Humberto Molina Díaz, director del CECyTED, indicó que muchos alumnos, por flojera, dejan de estudiar; sin embargo, llegan a tener un nivel académico superior a los estudiantes que se encuentran afuera ya que a nivel nacional Durango obtuvo el segundo lugar en Cálculo Integral.
Comenta que no es lo mismo dar clases en el CECyTED del Cereso que en un bachillerato normal, pues los alumnos que están internos tienen más ganas de superarse y de estudiar que los adolescentes que se encuentran en los planteles del exterior del penal .
En el Centro de Informática, donde los alumnos tienen una hora de derecho a Internet, todo está debidamente controlado y con medidas de seguridad estrictas, para no abrir páginas de pornografía y violencia.
No tienen acceso a correo electrónico, por lo que el que tienen lo usan debidamente para recibir y mandar sus tareas, con supervisión del material que envían.
Los mismos internos trabajan en el área de Servicios Escolares, en donde llevan el control de los estudiantes, como su documentación y los exámenes que van realizando.
Explicó Israel Parra Silerio que los internos son evaluados por personas externas, por lo que la obtención de un certificado no es cuestión de regalo -como se comenta-, ya que tienen que presentar exámenes que califican maestros externos a la institución.
Actualmente se acaban de entregar 375 certificados a cargo del secretario de Seguridad Pública, Apolonio Betancourt Ruiz; el titular del IDEA, Gabriel Arce Rodríguez, quienes reconocieron el trabajo y labor de los internos por superarse.
Aprovechamiento
Actualmente dentro del Cereso se encuentran:
-540 alumnos que estudian primaria y secundaria
-35 se encuentran estudiando una carrera profesional
-De los estudiantes de licenciatura, 32 estudian Derecho y dos, Comunicación Social.
-En el nivel básico del IDEA la eficiencia terminal es del 91 por ciento, es decir, de cada diez internos que se inscriben en este programa sólo se presenta la deserción de uno.
-En secundaria se tiene un promedio de aprovechamiento de 8.1
-El promedio general de ambas escolaridades -primaria y secundaria- es de 8.4.
-De las mujeres que están internas, 25 estudian dentro del IDEA, ocho más en el nivel bachillerato y tres en licenciatura.
FUENTE: Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Durango.
