Reinstalan vendedores puestos con productos apócrifos en la avenida Hidalgo .
EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Y la música ?pirata? se volvió a escuchar por el Centro de la ciudad. A pesar de que la Agencia Federal de Investigación (AFI) decomisó -la mañana del pasado sábado- 40 mil productos apócrifos en la avenida Hidalgo, los ambulantes regresaron a trabajar como si nada hubiera pasado.
Como se informó en la edición de ayer de El Siglo de Torreón, 20 integrantes de la AFI en coordinación con 45 elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y 25 de la Policía Preventiva del Estado, incautaron los productos ?piratas?.
El operativo se llevó a cabo en el poniente de la avenida Hidalgo, principalmente entre las calles Blanco y Acuña, en donde se lograron incautar cerca de 40 mil productos apócrifos como discos compactos y películas, ante la sorpresa de ambulantes y transeúntes.
Alfredo Cortez, agente del Ministerio Público de la Federación, fue el encargado de informar que el total de los productos asegurados fue de 39 mil 939, entre películas, discos compactos y portadillas, los cuales deberán ser debidamente certificados como apócrifos por un perito de la Procuraduría General de la República para su posterior destrucción.
Sin embargo, los negocios de los ambulantes sólo permanecieron vacíos unas cuantas horas, pues ayer domingo, ya tenían a la venta los éxitos musicales del momento y las películas que aún no se estrenan en los cines de la Región Lagunera como Secreto en la Montaña.
En los puestos se observó la presencia de dos a tres vendedores, cuando lo normal es que esté una sola persona, sin embargo, no quisieron hacer declaraciones acerca del operativo y menos sobre la manera en que lograron conseguir tan pronto nueva mercancía.
Pero no sólo los vendedores de la avenida Hidalgo regresaron a trabajar. En la mayoría de las calles que conforma el primer cuadro de la ciudad, incluyendo la Plaza de Armas, se observó mercancía apócrifa.
Los clientes tampoco se amedrentaron por el operativo de las corporaciones, pues durante el recorrido se observó que tranquilamente escogían las películas de su gusto e incluso se daban tiempo para escuchar los discos compactos con el fin de evitar que, al adquirir uno, la canción de su preferencia no fuera de buena calidad.
