Infraestructura educativa abandonada se ha convertido en ?nido? de delincuentes
El Siglo de Durango
Dos proyectos educativos que se construyeron en el fraccionamiento Acereros del municipio de la capital se han vuelto un dolor de cabeza para los vecinos debido a que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) los dejó en total abandono; la infraestructura que permanece se ha convertido en guarida de delincuentes.
Hace aproximadamente siete años que se construyeron algunas aulas y sanitarios de material en este asentamiento humano para dar atención a los niños de entre cuatro y doce años de edad, es decir, alumnos de primaria y secundaria, sin embargo se cerró esta escuela y ahí se quedó la infraestructura.
En un terreno que fue donado por el Instituto de la Vivienda del Estado (IVED) se edificaron seis aulas las cuales no tienen en la actualidad alguna utilidad, únicamente ha servido para que se reúnan algunas personas que se dedican a robar en casas aledañas.
Los vecinos del lugar narraron para El Siglo de Durango los problemas que se presentan en esta construcción la cual ha sido saqueada ya que no tiene barda y que es utilizada por algunos individuos para ir a tomar por las noches.
Viridiana Saucedo, habitante de este fraccionamiento y una de las afectadas aseguró que continuamente se presentan robos en la zona, debido a que no hay alguna autoridad que se haga cargo de las instalaciones que quedaron en el abandono hace aproximadamente dos años.
Existen aulas perfectamente construidas y a las cuales no se les da alguna utilidad y lo más grave que este lugar que se encuentra cercano al Cerro de Mercado es punto de reunión de mal vivientes, los cuales se han introducido a su casa a robar, motivo por el que ha tenido que tomar algunas medidas de seguridad para resguardar su vivienda.
Este espacio se ha convertido en un lote baldío ya que no cuenta con una barda para cuidar los sanitarios y las aulas las cuales día a día están siendo destruidas por personas ajenas a este lugar.
Recordó que hace algún tiempo los salones que se encuentran adyacentes a su casa fueron utilizados como oficina de supervisión escolar, sin embargo, al no contar con vigilancia este lugar y con una alguna de medida de seguridad los ladrones se llevaron el equipo que se encontraba en su interior y que básicamente era de cómputo.
Por su parte Norma Hernández Juárez, indicó que prácticamente no sale de su casa por miedo a que algún ladrón pueda introducirse a la misma. Aunque no le ha tocado vivir este tipo de experiencia, sufre a consecuencia del edificio abandonado, ya que se construyeron sanitarios y dos cisternas en donde hay agua y al no haber mantenimiento tiene filtraciones en su vivienda.
En una ocasión reportó esta situación ante el IVED, sin embargo no hubo una respuesta, inclusive solicitó que se le vendiera una parte del terreno que ocupa la escuela y le notificaron de la dependencia que se había hecho la donación del terreno para la construcción de una institución educativa.
María Inés Ornelas Pérez afirmó que los niños de este lugar se han dedicado a destrozar los vidrios con los que cuentan las aulas, pues en este lugar se reúnen a jugar.
Desde su punto vista no representa algún problema la infraestructura abandonada; en este asentamiento que fue impulsado por el IVED se tienen deficiencias en la recolección de basura, los vecinos la dejan junto a la escuela y también se carece de alumbrado público, están las lámparas pero éstas nunca funcionan.
Descripción
En donde se tenía contemplado crear dos centros educativos una primaria y preescolar permanecen en total abandono:
- Seis aulas.
- Cuatro sanitarios.
- Dos cisternas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.