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LA PAZ, BOLIVIA.- El Gobierno del presidente Evo Morales no expropiará propiedades y equipos de las petroleras que operan en Bolivia, si éstas no logran un acuerdo con el Estado boliviano en los 180 días que dispone el decreto de nacionalización de los hidrocarburos, se informó.
?Si no se llega a un acuerdo, ellas (las empresas) sabrán qué hacen con sus instalaciones. El decreto de nacionalización en ningún momento señala que se harán expropiaciones?, dijo el ministro de Planificación para el Desarrollo, Carlos Villegas, en declaraciones divulgadas ayer sábado.
La nacionalización decretada el primero de mayo por Morales impone a las empresas ?la obligación de entregar el cien por ciento de la producción al Estado boliviano que ha pasado a ser propietario de la producción debajo de la tierra?, explicó Villegas a la prensa.
La posición del Gobierno surge en momentos en que la hispano-argentina Repsol YPF y la brasileña Petrobras que juntas controlan el 70 por ciento de las reservas de gas natural de este país, anunciaron el inicio de negociaciones con el Gobierno boliviano para modificar sus contratos bajo el decreto de nacionalización.
Petrobras dijo el viernes en un comunicado de su filial en Bolivia que recurrirá a un arbitraje internacional en Nueva York si en un plazo de 45 días no logra un acuerdo con el Gobierno boliviano sobre el precio del gas que importa desde este país.
Recordó que su contrato con la estatal boliviana Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) establece ?los mecanismos que debe regir la negociación? y que, si en 45 días no hay acuerdo, ?el próximo paso es un arbitraje internacional en Nueva York?.
El pasado jueves, en una ?minicumbre? presidencial celebrada en la ciudad argentina de Puerto Iguazú, los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y de Argentina, Néstor Kirchner, con la aparente mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, acordaron negociar el pedido boliviano de un aumento en el precio del gas. Brasil y Argentina son los únicos mercados del gas boliviano.